Nilmar busca los octavos ante un Nápoles peligroso

Hasta ahora, hay tres noches que ocupan un puesto destacado en la historia europea del Villarreal: las semifinales de Champions contra el Arsenal; de UEFA frente al Valencia; y los cuartos de la máxima competición continental ante el Inter de Milán. Hoy puede sumarse una cuarta. Porque aunque el premio es 'únicamente' pasar a octavos de la Europa League, el choque ante el Nápoles se presenta como una auténtica final. En juego hay algo más que pasar de ronda. Por ejemplo, mantener vivo el sueño de pelear por un título esta temporada. O confirmar la reacción de un Submarino que dio la cara hace una semana en tierras italianas y que mereció el triunfo este pasado domingo ante el Málaga.

Garrido echará mano de lo que tiene, que no es poco, para doblegar al Nápoles. Cazorla llega entre algodones, pero se antoja básico para golpear a un rival algo débil atrás, pero al que le sobra pegada arriba. Con Maggio, Cavani y Lavezzi, el potencial ofensivo de los de Mazzarri crece a domicilio, lo que complica aún más la eliminatoria. Porque después del 0-0 de la ida, a los de Garrido sólo les vale ganar, por lo que un gol en contra puede suponer una losa. Suerte que Nilmar vuelve a ser el de antes de la lesión y por sus botas y la inspiración de Rossi debe pasar gran parte del bagaje ofensivo de un Villarreal que no puede despistarse atrás.

Espera el Leverkusen. De pasar, el Submarino ya sabe que se encontraría en octavos con el Bayer Leverkusen (ganó 0-4 en la ida al FC Metalist Kharkiv). Pero ésa será otra historia. Hoy toca noche grande en El Madrigal para poder deshacerse del Nápoles.