El Villarreal se jugará el pase a octavos en casa

El Madrigal tiene la llave para estar en los octavos de final de la Europa League. Será dentro de una semana y allí se espera la mejor versión del Villarreal. La del fútbol preciosista, de toque y efectivo del que los amarillos presumían hasta hace 15 días. El mismo que no se vio ayer en Nápoles. En el mítico San Paolo, el Submarino echó mano de su versión más rocosa, juntando líneas para contener lo que se esperaba un vendaval local. Pero no es el Nápoles tan fiero como lo pintan. Por lo menos, en lo que ofrecieron ayer los de Mazzarri. Porque el conjunto italiano sólo se acercó con peligro a un inspirado Diego López en dos ocasiones. Primero fue Cavani; y, después, Lavezzi, el más incisivo. Y poco más.

Tras comprobar en el primer acto que el Nápoles, segundo del Calcio, tampoco era nada del otro mundo, los de Garrido se desperezaron y dieron un paso al frente, aparcando su letargo. Nilmar había avisado en el primer periodo y repitió en el segundo. De sus botas y de las de Borja Valero nacieron las ocasiones amarillas. El madrileño tuvo las dos más claras, en el 71' y en el 88'.

Pero estaba claro que el marcador no se iba a mover. Incluso los dos parecían dar por bueno un 0-0 muy peligroso para la vuelta. Sobre todo un Nápoles decepcionante, que acabó reculando y con uno menos para contener a un Submarino que recuperó algunas de sus buenas sensaciones.

Garrido

"Creo que es un buen resultado. Estoy más contento con la sensación de juego, orden y trabajo que ha dejado el equipo. La eliminatoria está al 50%. Es un resultado correcto".

Diego López

"El 0-0 es un resultado incierto y deja la eliminatoria muy abierta. El Nápoles es muy bueno a nivel ofensivo, pero hemos sabido aguantarles. La vuelta será muy dura".