NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Liga de Campeones | Valencia 1 - Schalke 1

El Valencia no puede con Raúl

El 7 del Schalke fue el mejor y marcó el 1-1. El Valencia salió mandando pero le faltó fuelle. El plan de Unai funcionó medio partido. Guaita, providencial.

Miguel Á. Vara
<b>DECIDIRÁ GELSENKIRCHEN. </b>Raúl firmó las tablas y deja la eliminatoria totalmente abierta para el partido de vuelta que se celebrará el próximo 9 de marzo en Alemania.
DECIDIRÁ GELSENKIRCHEN. Raúl firmó las tablas y deja la eliminatoria totalmente abierta para el partido de vuelta que se celebrará el próximo 9 de marzo en Alemania.

Repetía el Valencia que el Schalke no era sólo Raúl, pero no es cierto. El Schalke es Raúl. Y diez más, sí, pero con Raúl al frente. Sin el 7, el cuadro alemán es poco más que un equipo correcto, pero la comunión Champions y Raúl es demasiado fuerte como para no tenerla muy en cuenta. Anoche resucitó por enésima vez, señal de que nunca estuvo muerto, y le complicó sobremanera el pase a cuartos de final al Valencia con su gol número 70 en la Copa de Europa, un dato que no se puede pasar por alto y que dice mucho de quién tuvo anoche el Valencia delante.

Y no fue sólo su gol, su jerarquía silenciaba Mestalla cada vez que rondaba el balón y la grada no volvía a respirar hasta que el peligro pasaba. Raúl es mucho, quedó claro, pero también que el Valencia como equipo es más y que tuvo en su mano el viajar a Alemania con un resultado positivo. No lo logró pero todo es posible aún, aunque para empezar a soñar ya saben que primero deben anular la voracidad de Raúl, el señor de la Champions League.

El partido había que lidiarlo y Emery apostó por el manejo de la pelota, por mandar en su casa, sentirse fuerte y dominador a base de la posesión que le debían dar sus tres argentinos, bien respaldados por Topal. Era evidente que la aglomeración de futbolistas por el pasillo central iba a dificultar la tarea, pero los ches fueron pacientes, amasaron cada jugada y aplicaron el librillo de Emery: posesiones largas, apoyos constantes y basculaciones de banda a banda por donde subía un lateral para aprovechar el carril.

Así llegó el 1-0, en una acción magnífica de las que reconforta a los entrenadores pues comprueban que su trabajo de campo y de laboratorio da frutos. La pelota pasó en rápidos toques del centro al costado zurdo y Mathieu llegó cual extremo para asistir a la entrada de Soldado. Todo perfecto, de manual, cada uno estaba en su sitio para que el engranaje corriera hasta el gol del ariete valenciano, que sumó su sexta diana demostrando que por sus venas corre el veneno Champions.

Pese a que ya había un botín que conservar, el Valencia fue a por más y Raúl empezó a amenazar asomando por cualquier rendija. El Schalke avisó dos veces, pero Guaita sacó dos manoplas de lujo, la segunda de ellas en el arranque del segundo acto a Raúl, que no perdonó la siguiente vez que estuvo en su hábitat, el área. Suyo fue el 1-1, pasaporte a la historia como goleador continental.

Sin reacción.

En el debe del técnico che quedó el no haber recompuesto antes a los suyos, el haber inyectado hormigón y hierro en su once porque los alemanes le estaban comiendo terreno e imponiéndose en todo. Quizás Joaquín debió entrar antes al terreno de juego, quizás un desacertado Aduriz podía haber sido sustituido para reforzar la medular pero los cambios llegaron después del empate germano, un golpe demasiado duro para el Valencia, que ya no tuvo la fe que había mostrado antes. Raúl se la había robado, como les robó medio pase a cuartos. Pero sólo medio, queda Gelsenkirchen, la tierra prometida para los ches.

El detalle. El Schalke no cae en Mestalla

El Schalke puede presumir de tenerle tomada la medida a Mestalla. Y es que el conjunto germano sigue sin conocer la derrota en el estadio che. Sus tres visitas en competición europea han terminado en empate: 0-0 en la liguilla de Champions de la 07-08; 1-1 en los cuartos de UEFA de la 96-97 e idéntico resultado anoche. Un empate con el que puede encarrilar el pase de eliminatoria.