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Nabil Baha

"Dejar el Málaga fue algo muy duro"

Nabil Baha atendió al diario AS en Atenas. El delantero franco-marroquí dejó el Málaga "porque sabía que jugaría poco, aunque Pellegrini me dijo que contaba conmigo". Manolo Jiménez le llamó para ser importante en el AEK y decidió que era hora de emprender una nueva aventura. De todas formas, se siente "malaguista" y anuncia: "Celebraré en Atenas la permanencia. El equipo tiene calidad para mantenerse, pero hace falta que estén todos unidos".

Actualizado a
Baha

¿Cómo le trata Atenas?

De momento, muy bien. No he visto mucho de la ciudad y el tiempo tampoco ha acompañado del todo. El hecho de tener un entrenador español como Manolo Jiménez ayuda. También hay compañeros españoles que han llegado ahora como Míchel y Mateos y otros que hablan el idioma. Lo hace más fácil.

¿Qué es lo que más le ha sorprendido?

El primer partido de Copa. ¡Increíble! Los aficionados entrando al campo queriendo pegar a los jugadores contrarios, al árbitro...

El ambiente, tantas bengalas... ¿Había estado alguna vez en un partido así?

Como aficionado en Francia, sí. Tanto, tanto, no. Pero cuando llegas al campo y ves el fuego en las gradas, que la policía se enfrenta a ellos... Asusta un poco.

El día que pierdan...

Va a ser fastidiado para nosotros. Mejor perder fuera.

¿No le chocó un poco encontrarse de frente a Jesualdo Ferreira en su primer partido?

Cuando me dijeron que iba a jugar contra él, más ganas tenía de jugar. Me gustó mucho ganarle (la eliminatoria).

¿Se la tenía guardada?

Un poquito, pero sin rencor. Hablé con él tras el partido. Seguramente nos veremos más veces.

¿Le felicitó Ferreira?

Me dijo que tenía que venir yo para joderle... yo y el árbitro (risas).

¿Y con Jiménez, cómo es la relación?

Es mucho más cercano, cuenta mucho conmigo, sobre todo por la experiencia que tengo. Si ha querido que venga es porque puedo aportarle mucho en este equipo.

¿Cómo se fraguó su fichaje por el AEK?

Como todo el mundo sabe, en el Málaga no estaba jugando nada. Yo no me veía otros seis meses sin ser un jugador importante. Pero el Málaga en ningún momento me dijo que tenía que irme. Además, Pellegrini me dijo que contaba conmigo, pero que tendría difícil jugar. Viendo que llegaban jugadores en mi posición, preferí salir. Manolo Jiménez me llamó y siempre me ha gustado que me llamen los entrenadores y no los directores deportivos. Como hizo Muñiz en su día.

¿Le ha resultado duro dejar el Málaga?

Muy duro, ha sido un palo muy fuerte. Cuando durante tres años eres un jugador muy importante para el equipo, juegas casi todos los partidos, bien o mal... Cuando sales de un club al que le has dado todo y te lo ha dado todo... ha sido un sitio muy importante en mi vida. He tenido muchas alegrías ahí, no te imaginas fuera de este club. Es una gran ciudad, un buen club, la gente del vestuario que he dejado allí después de muchos años conmigo, los amigos...

¿Con qué momento se queda de estos años?

Con el momento del ascenso. Fue el más fuerte que he vivido en Málaga. Llevaba bastantes años peleando para poder jugar en Primera. Después de ganar al Tenerife fue una alegría inmensa.

¿El momento más duro?

Salir del club, dejar a mi mujer y mis niños, a la gente del vestuario, del club. Fue un día de mucha tristeza.

¿Le guarda algún rencor a alguien?

A nadie. Todo el mundo se portó fenomenal conmigo desde el primer día. A veces había aficionados que me pitaban, pero es fútbol y hay que aceptarlo. Hay mucha, mucha gente que me apoyó y me dio ánimos en momentos difíciles. De este Málaga sólo tengo buenos recuerdos. Ha sido un club espectacular. La gente que está dentro tiene que darse cuenta, es difícil que encuentren un club que le pueda dar tanto.

¿Por qué se perdió esa conexión de Baha con la grada?

La gente esperaba mucho de mí viendo cómo jugaba el primera año. En algún momento he fallado en algo. Siempre esperan lo mejor de uno. Quizá me acomodé. Seguro que gran parte de la culpa la tuve yo. Eso lo asumo. Pero es el fútbol.

¿Su futuro estará ligado a Málaga?

Mi casa está ahí y es donde me gustaría vivir en el futuro, en Málaga, pero ya veremos.

¿Y al Málaga, qué futuro le ve usted?

Le deseo lo mejor, que sea un club que crezca cada año y que juegue competiciones europeas. Tiene la suerte de ser ahora un club saneado, que tiene dinero y aspira a tener estrellas. Ojalá la ciudad esté orgullosa del club y gane títulos.

El equipo va colista ahora, suena lejano todo eso...

Ya, se hará a base de trabajo, humildad y sin olvidar dónde estábamos hace pocos años. No pensar ahora que hay dinero que vamos a ser los mejores. Eso hay que currárselo, nadie le va a regalar nada. Hay mucha gente que le tiene envidia al Málaga de ahora.

¿Se salvará el equipo?

Yo estoy seguro de que pueden, aunque va a ser duro. Hay mucha calidad y jugadores con experiencia. Pero uno se salva si todo el mundo está unido, así se hacen los clubes.

Y Baha lo va a celebrar en Atenas.

Por supuesto, seré el primero que lo celebre.