Mestalla se enciende ante la leyenda de Raúl

Conviene empezar aclarando las cosas parafraseando a Bilardo: "Los nuestros son los de blanquinegro". Los nuestros son el Valencia, el equipo español es el Valencia, el bueno de esta película es el Valencia... y no Raúl, al que le toca en el reparto un papel principal pero de antihéroe porque aterriza en Mestalla enfundado en la camiseta del Schalke 04, club alemán, de Alemania, tradicional enemigo de nuestro fútbol. La aclaración sería innecesaria en cualquier otro caso, pero no en éste pues el ruido mediático en la previa lo ha monopolizado Raúl González Blanco, que acapara más cámaras que cuando jugaba en el Real Madrid, algo que en Valencia se ha considerado una falta de respeto para un equipo español que parece haber perdido parte de esa condición con la entrada en escena del 7 del Schalke 04.

Para los nostálgicos del antiguo periodo raulista, el partido de hoy sólo tendrá un protagonista pero al valencianismo eso le importa poco pues lleva años esperando para reverdecer laureles en la Champions y estos octavos de final, asequibles sobre el papel, son una oportunidad demasiado histórica como para perder el tiempo en otra cosa. Si acaso, tanto raulismo militante ha servido para estimular a la plantilla, que quiere gritar con goles que aquí el papel principal le corresponde a los jugadores ches y para encender las gradas de Mestalla, que volverá a llenarse para intentar aportar su aliento en la búsqueda de encarrilar el pase a cuartos.

Emery se guardará su típico as en la manga, legitimado como está para ir variando su once y su sistema. Al técnico le está dando resultado todo y su Valencia llega disparado (7 victorias y un empate).

Mata.

El once blanquinegro estará condicionado por la casi segura ausencia de Mata, que no arrancará de inicio. Eso abre la puerta a múltiples combinaciones, todas con el enrachado Joaquín y Aduriz como fijos, y con Soldado, Pablo, Chori, Banega y Tino peleando por entrar en un once que se ha puesto muy caro.

Delante, Raúl (que iguala a Maldini con 139 partidos en Copa de Europa) y diez más, algunos más peligrosos que el 7, pero sin una leyenda tan grande que les acompañe.