Los blaugrana aceptaban como sede el Bernabéu

En Barcelona preocupa más el reparto de las entradas para la final que el escenario de la misma, aunque la segunda decisión influya en la primera. La fiebre por conseguir entradas ya se ha desatado y es tal que minutos después de que el Barcelona sellara su clasificación para la final venciendo por 0-3 al Almería, la entidad catalana hacía público un comunicado pidiendo paciencia a sus socios y anunciando que no se iba a comunicar el sistema de reparto hasta que la Real Federación Española de Fútbol no designara de manera oficial la sede del partido del 20 de abril.

Por este motivo y también porque los seguidores barcelonistas se quedaron la campaña pasada con la miel en los labios al quedarse a un paso de disputar la final de la Champions League en el Santiago Bernabéu, entre el barcelonismo, la posibilidad de que la final se jugara en Chamartín no era nada descartable. El Barça, además es consciente de que vencer al Madrid en la final dejaría muy comprometido el proyecto deportivo de su eterno rival.

Aforo e historia.

El Barça no descartó en ningún momento la idea de jugar en el estadio de su rival en la final. Deportivamente, el Barcelona de Guardiola ha demostrado que se le da bien jugar en el estadio del Real Madrid (ha ganado los dos partidos que ha disputado con Pep en el banquillo) y la única final que les enfrentó en el Bernabéu se decidió con triunfo blaugrana gracias al autogol de Zunzunegui en la célebre 'final de las botellas'. Cayeron tantas botellas al terreno de juego al final del encuentro que el equipo que por aquel entonces preparaba Salvador Artigas no pudo dar la vuelta de honor al estadio.

Por otra parte, el aforo que ofrece el Santiago Bernabéu permitiría que más aficionados blaugranas se desplazaran a ver el partido.

Al disputarse la final de la Copa en el estadio de Mestalla, el cupo de entradas para cada uno de los equipos será de 18.000 como máximo. Así sucedió hace dos temporadas en la final que se disputó en 2009 en el mismo escenario entre el Barcelona y el Athletic de Bilbao.

La experiencia del reparto de entradas en las finales fue una de las pesadillas de la anterior junta presidida por Laporta. De hecho, Rosell durante la campaña del pasado verano, arremetió duramente contra el criterio de la junta anterior en el reparto de entradas.

En los medios catalanes, los internautas votaban por su escenario favorito y el resultado no dejaba lugar a dudas. Había un empate técnico entre el Santiago Bernabéu y Mestalla. El Camp Nou era la tercera opción.