Bale-Warburton: un pupitre, dos cracks

Conozco bien a Gareth. Desde los siete a los 12 años compartimos clase, equipo de fútbol y rugby. Yo era defensa central y él, dueño de la banda izquierda. En el rugby también destacaba por su velocidad y potencia. No jugaba mal, pero lo suyo era el fútbol". Habla Sam Warburton, el rugbier más prometedor de la última hornada galesa y héroe en ciernes de un país donde el deporte rey es el rugby. El otro protagonista es el jugador más codiciado del fútbol mundial: Gareth Bale.

"Sam no jugaba mal al fútbol, era un central cumplidor que podría haberse ganado la vida con esto", apunta Gareth. Sin embargo, Warburton señala a Bale como decisivo para decantarse por el rugby: "Ver jugar a Gareth me hizo darme cuenta de lo lejos que estaba de ser futbolista, aunque los otros compañeros no eran mejores que yo. Pero viendo a Bale aposté por el rugby. No había ninguna posibilidad de que yo fuese otro Gareth Bale. Con siete años ya se notaba que acabaría siendo profesional. Es el mejor futbolista que vi nunca".

Bale confirmó las expectativas creadas en el patio del colegio y sus actuaciones en el Tottenham han embelesado a Inter y Barcelona. Mientras Warburton apostó por el rugby llegando a ser capitán de Gales Sub-20 y jugador de los Blues. El viernes se medirá en el Millenium a Inglaterra en el partido inaugural del VI Naciones. Bale lo verá por la TV, igual que otro ilustre ex compañero: Geraint Thomas, pistard galés oro olímpico en persecución. Whitchurch High School, el colegio con mejor promedio de campeones por pupitres del mundo.