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Juanlu Martínez

"El Barça se llevaba a los 20 mejores y no podíamos hacer nada"

Juanlu Martínez García (Valencia, 1970) fue uno de los autores de la gran cantera del Espanyol hasta este verano. Ahora quiere repetir en el Dinamo de Moscú.

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Juanlu Martínez.
CARLOS MIRA

El frío de Moscú le espera. ¿Cómo le encontró el Dinamo?

En el Espanyol teníamos la costumbre de realizar charlas a entrenadores de todo el mundo para explicarles nuestra metodología y nuestra forma de entender el fútbol. Hace cuatro años, ofrecimos una de estas conferencias a 40 entrenadores rusos, quienes quedaron muy contentos con nuestra idea de cantera. Algunos de estos entrenadores ocupan ahora cargos importantes en clubes de allí, entre ellos el Dinamo de Moscú. Cuando el presidente les consultó quién podría ser el encargado de iniciar un nuevo proyecto, ellos dieron mi nombre.

¿Y cuál es esa metodología que ahora vemos que ha consolidado a jugadores como Víctor Ruiz, Dídac Vilà, Javi Márquez, Jordi Amat...?

Nuestro principal objetivo es crear futbolistas para el primer equipo. De nada sirve ganar ligas en ocho categorías del fútbol base si luego no sube ningún jugador. El elemento de este proceso es, por lo tanto, el futbolista. Tenemos que controlar todas las variables físicas, técnicas, tácticas, médicas... posibles para convertirlos en futbolistas de Primera División. Creemos en un jugador inteligente, que tenga agilidad mental y sepa tomar decisiones correctas en función de lo que suceda a su alrededor y que entienda que forma parte de un equipo. Estuve viendo con los dirigentes del Dinamo el Sevilla-Espanyol (1-2) y alucinaron cuando les explique que jugaban siete canteranos. Quieren aplicar lo mismo y que la ciudad se identifique con el equipo. Les expliqué que no hay mayor satisfacción para el aficionado que esa.

¿Con qué medios cuenta para llevar a cabo este proyecto?

La inversión que hará el Dinamo en fútbol base es la mayor a nivel europeo y mundial. Debo decir que las instalaciones son espectaculares. Cuentan con dos zonas de trabajo. A diez kilómetros de Moscú tienen un centro de entrenamiento con dos campos de césped natural, otro artificial y una zona residencial con un edificio de tres plantas con más de 60 habitaciones dobles, dos comedores, uno para el primer equipo y otro para la base, una zona de aguas con piscina olímpica cubierta y climatizada, pista de fútbol sala cubierta... Allí se entrenan y se concentran el primer equipo, el filial y el juvenil. Luego, ya en el interior de la ciudad, tienen otro centro con un campo cubierto de césped artificial y otro de hierba natural con capacidad para 15.000 espectadores...

Si hay infraestructuras, lo que falta es una idea...

Lo que buscan es mejorar su cultura del trabajo y la metodología. Los entrenadores hacen lo que creen mejor, sin una coordinación en sus objetivos. A mí me han dado autonomía para diseñar un nuevo proyecto. He conseguido que los 14 entrenadores se dediquen exclusivamente al club, que cada uno de ellos tenga un ordenador para poder trabajar con los mejores programas informáticos. Para ellos todo ha sido un impacto. Los entrenadores estarán todo el día pensando en sus jugadores, evaluando todas estas variables y analizando cómo mejorar. También potenciaremos la investigación. Se trata de hacer ahora lo que otros harán en diez años.

¿Fue fácil convencerles de este proyecto?

Hay muchos aspectos que han contribuido. Yo jugaba con ventaja. A ellos les gusta mucho el concepto de juego de los españoles. Están enamorados del fútbol español y de la manera de trabajar de nuestros clubes, pero la guinda ha sido la gran cantidad de canteranos que este año hay en el Espanyol. Me reuní con el presidente (Yuri Isaev, diputado de la Duma) y me dijo: "No tengas miedo en cambiar cosas porque aquí llevamos muchos años haciendo lo mismo". A veces se valora más la validez de los técnicos fuera que en casa. Firmamos por seis años. El Dinamo debe ser un conjunto de Champions.

¿Irá solo?

No, me llevo a la familia... Y allí me espera el traductor, que ya es como parte de la familia. También he incorporado a un ayudante que estaba conmigo en el Espanyol, Jacint Magrinyà. Él también viaja con su pareja. Jacint me ayudó en mi labor en el fútbol base del Espanyol, todo bajo la dirección de José Manuel Casanova. Se encargará del área metodológica y de captación.

¿El frío afecta a la formación del niño?

Bueno, en Rusia la mayoría de entrenamientos se hacen en campos cubiertos, por lo tanto no afecta demasiado. Pero los niños de 8 y 9 años tienen un bagaje psicomotriz inferior a otros niños de climas más cálidos. Se juega, como es obvio, mucho menos en las calles y parques. Ante esta situación y para mejorar estas carencias, me he visto obligado a adelantar la edad de captación. El proceso de formación irá de los 5 a los 20 años.

¿Qué novedades introducirá en el aprendizaje de los jugadores?

Al margen de que toda la preparación física será con balón, quiero que los entrenadores entiendan que la finalidad de un técnico de cantera es que los niños aprendan. La sesión de entrenamiento empieza antes de entrar en el campo. El técnico tiene que explicarles a los jugadores los objetivos a trabajar. Y luego, acabar de nuevo en el vestuario. Hay que incidir en los errores y los aciertos. La evaluación es continuada. Hay que transmitir un modelo de juego.

¿Rusia está invirtiendo en entrenadores y conocimiento con vistas a su Mundial, en 2018?

Ha sido el detonante para despertarla. El Dinamo va a construir un estadio nuevo cubierto, con un techo que se abre y se cierra. Aunque sobre todo quieren invertir en conocimiento. Rusia se abre cada vez más a técnicos del resto de Europa, en busca de la cultura de trabajo que haga explotar el talento que siempre han tenido. La Federación Rusa ya se está moviendo.

¿Qué le ha llamado la atención del club?

La veneración que tienen por los jugadores veteranos. Los grandes futbolistas del Dinamo tienen un despacho propio en el estadio. Van a los entrenamientos y son una leyenda para los actuales jugadores, que escuchan sus consejos. En España deberíamos aprender de ellos.

En Moscú hay cinco equipos. ¿No teme que le 'roben' jugadores?

Los que hemos trabajado en el Espanyol estamos vacunados. En esa etapa, el Barcelona se ha llevado 30 chavales de nuestras categorías inferiores. Estos no eran jugadores cualquiera, eran nuestras promesas, los mejores... Nosotros en el Espanyol siempre hemos dicho que los 20 mejores de cada categoría van al Barça y los 20 siguientes al Espanyol y con estos 20 tenemos que trabajar para que lleguen al primer equipo, y no podemos hacer nada. Lo que duele es que cuando llevas trabajando unos años con ellos, se vayan Pero es ley de vida, es fútbol.

Fueron muy duros los inicios...

Jose Manuel Casanova (ex coordinador) comenzó en 1991 con el fútbol base. Yo entré en 1998. No teníamos una Ciudad Deportiva. Ganaba 30.000 pesetas y me las gastaba en gasolina, porque cada tarde me recorría tres campos de fútbol de Barcelona para ver entrenar al Infantil, Cadete y Juvenil. Casanova siempre decía que el Espanyol tenía la Ciudad Deportiva más grande del mundo. Con Sant Adrià cambió todo y pudimos implantar un modelo que ha dado sus frutos diez años después. Recuerdo cuando empezábamos que Jordi Amat era benjamín (ocho años), ahora tiene 18 y unos cuantos partidos en Primera.

¿Y por qué ahora el boom de canteranos?

Se han juntado varios factores, como las lesiones y la crisis económica. Además, es importante tener un entrenador como Pochettino que valora y confía en la gente joven, pero al final lo más importante es que estos jugadores respondan a las expectativas, y hasta ahora lo están haciendo. Yo me considero un privilegiado por haber colaborado en este proceso con técnicos de excelente calidad y sobre todo con el verdadero responsable de este éxito, que es José Manuel Casanova.

Víctor Ruiz se ha ido al Nápoles y Dídac al Milán. ¿Le sorprende?

Víctor es un central zurdo, joven, con buena salida de balón, buen juego aéreo, buena colocación, buena anticipación Y lo más importante, con los pies en el suelo. Dídac es joven y con proyección. Ambos son la punta del iceberg. El Espanyol tiene jóvenes que empujan.

¿Qué hace la cantera del Barça que no hagan el resto?

Tienen dinero, una idea clara de juego y una red excelente de captación. La Masia tiene una estructura increíble.