Al Celta le faltó puntería

El Celta afrontaba el duelo del Mini Estadi con una motivación especial, ya que los vigueses tenían la oportunidad de acostarse como colíderes de la competición si lograban los tres puntos. Al final hubo variación en la parte alta de la tabla, pero no fue la deseada. El Rayo ganó en Soria, por lo que el punto cosechado en Barcelona no le sirvió a los celestes para mantener la segunda plaza.

El conjunto de Paco Herrera recibió un severo castigo cuando apenas habían transcurrido ocho minutos de encuentro. Los olívicos volvieron a caer en el mismo pecado de las últimas semanas, no salieron plenamente concentrados al choque y el Barça B aprovechó la incertidumbre celeste para crear un tanto cosecha de La Masía. Muniesa salió con el balón controlado desde su propia área y, tras una pared con Thiago, conectó con Jonathan Soriano. El delantero se inventó un pase genial y Edu Oriol no perdonó ante Falcón.

El mazazo fue duro, pero el Celta acostumbra a no amilanarse en las situaciones más adversas y había tiempo de sobra para darle la vuelta al marcador. El tanto pareció servir para activar el espíritu de los gallegos, que tuvieron una reacción soberbia. De hecho, en menos de un minuto hubo hasta tres ocasiones muy claras para que el electrónico marcara las tablas, pero al Celta le faltó puntería. De Lucas, Trashorras y Álex López estuvieron a punto de marcar. El lucense gozó de la oportunidad más clara, pero su cabezazo lo desvió Montoya bajo palos. Instantes después David Rodríguez reclamó un posible penalti, más que posible diría yo, cometido por Marc Bartra. Melero López prefirió mirar hacia otro lado e ignorar las protestas del talaverano.

A la contra.

Los visitantes consiguieron lo más difícil en la segunda parte, quitarle la posesión del balón al Barça B. Sin embargo, y como no podía ser de otra forma, el tanto celeste llegó a la contra. Un robo de balón en mediocampo fue perfectamente ejecutado por Trashorras, De Lucas y Álex López sin que a los culés les diera tiempo a respirar. El ferrolano aprovechó la enésima asistencia de Quique de Lucas en lo que va de Liga para sorprender a Miño por bajo.

Ni mucho menos se conformó con el empate el Celta. Al contrario, parecía que era la última jornada de Liga. Desde el banquillo alentaban como si necesitaran el triunfo para que el Rayo no les superara en la tabla y los jugadores pedían el balón a los recogepelotas con urgencia en cada acción. Una muestra más de la ambición de este equipo. Tuvo oportunidades de sobra el equipo vigués para matar el partido, la más clara en un disparo de López Garai que obligó a Miño a hacer la parada del partido. Pero al Celta le faltó puntería.