Segunda B | Cádiz 1 - Almería B 1
Sin corazón ni cabeza:el Cádiz ya es fantasmal
El Almería mereció ganar y Jose ya tira el primer puesto
Otra vergüenza en el Carranza. El día de Alcalá fue un aviso, pero el resultado maquilló un Cádiz desastroso. Esta vez, el tímido punto no escondió las carencias de un equipo que mereció perder ante un conjunto que sólo ha logrado ganar un partido a domicilio. El Almería B le dio el balón a los pupilos de Jose, que no supieron en ningún momento qué hacer con él. Y a la contra, si no acabaron los amarillos destrozados es porque el filial del poniente andaluz no deja de ser un equipo formado para vivir en Tercera, pero que acabó en la categoría de bronce por mor de los despachos y de la desaparición del Sangonera. Lo más lamentable de todo es que Jose ya tiene asumido que el equipo no va a ser campeón de ninguna manera, y reza por alcanzar un segundo puesto final que, por sensaciones, se antoja difícil.
Pachón y Jose hablaron de entrega y de corazón al final del partido. La grada, con sus pitos, se arrimó más a la otra orilla de un río que, si sigue este curso, sólo va a desembocar en desastre. Si la intensidad fue la adecuada, mala dirección llevan los amarillos, que fueron un fantasma. Ayer hubo cambio de sistema. Jose apostó por pasar a un 4-4-2, dando protagonismo a Enrique en punta junto a Pachón, y dejando dos puñales por los costados, Aarón y López Silva, que no pasaron de monda patatas. Con un Josemi Caballero desaparecido, lo cierto es que lo único medianamente correcto que hizo el Cádiz durante el partido fue sacar el balón desde atrás. Pero claro, ¡es que el Almería le entregó la pelota!
Fortuna.
El Almería hizo un trabajo excepcional. Parecía un grande el filial de Alfonsín, que apostó por jugar a la contra. En una de ellas a punto estuvo de marcar Márquez, pero Dani Miguélez anduvo listo y desvió el balón lo justo. Sin embargo, el debate de la portería amarilla lo reabrió el gaditano al salir a por uvas en la jugada de estrategia que valió el gol visitante. Hugo cabeceó a gol solo y con el meta batido. En la segunda parte, el Cádiz fue un quiero y no puedo, y logró un macarrónico gol del empate, obra de Raúl López. El único que mostró testiculina en su equipo.