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Copa del Rey | Deportivo 2 - Almería 3

Riazor saluda a un gran Almería

Los andaluces se meten en semis por primera vez en su historia. El Deportivo nunca tuvo opciones de remontar. Partido movido: 5 goles y dos penaltis

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<b>FIESTA Y DECEPCIÓN. </b>Los jugadores del Almería celebran uno de los tres goles que marcaron ayer en Riazor ante la desesperación de Zé Castro.
FIESTA Y DECEPCIÓN. Los jugadores del Almería celebran uno de los tres goles que marcaron ayer en Riazor ante la desesperación de Zé Castro.

El Almería sigue viviendo su particular luna de miel. Si el pasado fin de semana lograban arrancarle un empate al todopoderoso Real Madrid, ayer consiguieron meterse por primera vez en la historia en las semifinales de Copa. Toda una gesta que además ha sellado con un pasaporte inmaculado: seis victorias en seis partidos. Cualquiera diría que es el colista de Primera.

Lotina optó de salida por cambiar el sistema, eliminando a un central, formando un trivote por delante y dejando la solución final en los pies de Valerón, Pablo Álvarez y Lassad. De inicio el Depor se hizo con el balón y tardó sólo siete minutos en asustar a Esteban. Una buena jugada de Laure terminó con un remate seco de Manuel Pablo al larguero. Riazor creía en la remontada, pero fue un espejismo. Tres minutos más tarde Goitom, en un precioso remate desde la frontal, se encontraba con el poste y Corona, atento al rechace, con Manu. Fue el preludio al minuto mágico del Almería, porque ése fue el tiempo que tardaron los de Oltra en resolver el pase a semifinales.

El Deportivo se fue descomponiendo rápidamente. Las pérdidas de balón en la media anunciaban el peligro, lo mismo que la pájara de Lassad hablaba de la inocencia en ataque de los coruñeses. Así, en el minuto 19 Míchel trenzó una gran pared para colarse hasta la línea de fondo y dar un preciso pase de la muerte para que Corona marcase el 0-1. Casi sin pausa, el Almería le puso la puntilla a la eliminatoria. Esta vez fue Crusat, que resolvió con fortuna un barullo en el área para sentenciar. Su remate tocó en la pierna de Laure y dibujó una parábola que hizo inútil la estirada de Manu y las intenciones del Depor, si las había desde un inicio, de mirar a semifinales.

De todas formas hay que reconocer que la fortuna no acompaña a los coruñeses cuando se enfrentan al Almería. En el partido de Liga en Riazor (0-2) el segundo tanto andaluz llegó tras un infantil despeje de Rindaroy y un rebote inverosímil. En la ida de Copa (1-0), el noruego repitió su gafe con un autogol. Ayer fue el turno de Laure, que curiosamente jugaba de lateral izquierdo por Rindaroy.

El 0-2 no era un castigo al Deportivo, sino el premio a un gran Almería sin los complejos que suelen traer anexos el ser colista. La defensa resolvía sin problemas, Corona ejercía de mariscal de campo con Juanito de solvente escudero, Míchel y Crusat disfrutaban por las bandas y Goitom, aunque a cuentagotas, se lucía reclamando más minutos en la Liga.

El Depor, con un Riazor encrespado, era incapaz de crear peligro. Valerón, muchas veces demasiado alejado del área, no terminaba de dar el pase definitivo, Rubén Pérez y Juca perdían balones francos en la media que llevaban el sudor a la grada, y sólo la voluntad de Pablo Álvarez recordaba que había unas semifinales en juego. Quizás por eso el gol de la esperanza llevó su firma y sello. Primero provocando un penalti y luego transformándolo él mismo con calidad.

Remontada e Iturralde.

El descanso le dio fuerzas al Depor que se vieron recompensadas con el gol de Adrián. El asturiano, que estaba entre algodones, tardó sólo dos minutos en marcar desde que abandonó el banquillo. Fue en una perfecta asistencia de Laure en la que la defensa del Almería dio pistas de por qué es colista de Primera. El empate le dio alas al Depor y a la grada, pero Iturralde se encargó de cortarlas al señalar un absurdo penalti de Rubén Pérez que Goitom no desperdició.

El castigo fue demasiado y el Deportivo arrojó la toalla. El tramo final ya sólo sirvió para que Lotina hiciese debutar al juvenil Iago Beceiro y vivir una infructuosa búsqueda de un empate que maquillase la bofetada. No fue posible, y tampoco hubiese sido demasiado justo para un Almería que vio premiada su ambición con el sexto triunfo en Copa. Un gran pleno para un gran semifinalista que ya empieza a mirarse en el Betis. El Depor, por su parte, comienza a sudar, porque entre Liga y Copa acumula cuatro derrotas consecutivas que pueden despertar fantasmas.

El detalle: el juvenil Iago Beceiro debutó

Lo mejor de la noche para el Deportivo fue el debut del juvenil Iago Beceiro. El canterano, de 17 años, entró en el minuto 71 por Pablo Álvarez poco después de que Goitom sentenciase la eliminatoria. En el Málaga también hubo un debut, el del recién fichado Juanito. El ex del Málaga fue titular, disputó la primera parte del partido y rindió a muy buen nivel.