Van Nistelrooy aún tiene esperanzas de arreglarlo

Van Nistelrooy no arroja la toalla. El delantero holandés mantiene la esperanza de que conseguirá convencer al Hamburgo y cumplir su deseo de volver al Madrid. Ayer fue conciliador y acudió puntual como un reloj al Imtech Arena para entrenarse con normalidad. No hubo rebeldía.

Van Nistelrooy ha elaborado una estrategia junto con su agente, Roger Lindse, que estará en la ciudad al menos hasta mañana, y pasa por no hacer declaraciones altisonantes. Ayer, al irse del estadio quiso ser cauto: "No puedo hablar. Es mejor que no lo haga aún. La situación es la misma". Eso sí, bromeó con AS y la Prensa española presente antes de llegar hasta su vehículo: "¿Qué dicen en Madrid? ¿Qué noticias me dais?".

Participativo.

El plan del jugador es no provocar dolores de cabeza públicos mientras sigue presionando y negociando. En el entrenamiento habló con su técnico, Armin Veh, estuvo muy activo y marcó tres goles en un partidillo. Uno de sus compañeros, el ex madridista Zé Roberto, explicó que el vestuario está entre dos aguas: "Entiendo que quiera volver, y que la entidad diga que no le deja. Es una situación compleja".

Veh habló ayer en su comparecencia semanal y fue más directo: "Si por mí fuera, Ruud no se iría, pero no decido. Le necesitamos y no le daremos la carta de libertad". La clave podría estar en los despachos. El Consejo que rige el Hamburgo aprobó anoche hacerle una oferta a Matthias Sammer para que sustituya a Bastian Reinhardt en la dirección deportiva. Sammer podría convencer al presidente, Bern Hoffmann, de sería perjudicial quedarse con un jugador descontento.

Lo que no le falta a Ruud es el cariño de la afición alemana. La gran atracción ayer fue Christian, un fan de 31 años llegado desde Dortmund con un enorme tatuaje de Ruud en su espalda. Van Nistelrooy le firmó hasta cinco camisetas. Una de ellas era la de su última temporada en el Madrid.