Liga BBVA | Sporting
Preciado deberá ahora derrotar al Hércules
El Consejo valoró su continuidad tras el último partido
Manuel Preciado se sentará el sábado en el banquillo de El Molinón, con otro partido de prórroga en su inestable situación al frente del Sporting. Hace una semana, tras la derrota ante el Málaga, cuando en el Consejo de Administración se había contemplado la conveniencia de poner fin a su ciclo al frente del equipo gijonés, se aceptó la propuesta de Vega-Arango de que siguiera hasta el encuentro de Santander, con la condición de que el equipo tenía que ganar, para certificar su continuidad.
El empate logrado por Diego Castro evitó su destitución, aunque los dirigentes analizaron la situación del equipo y la del técnico tras el encuentro. Vega-Arango mantiene la confianza en Preciado, tesis que refuerza con la clasificación, ya que el empate de Santander permite a los rojiblancos igualar a los goleados Zaragoza y Almería y dejar el farolillo rojo, con el Levante a dos puntos, pero los argumentos del presidente sobre el futuro de Preciado estarán supeditados a un triunfo gijonés en el encuentro del sábado sobre el Hércules.
Preciado es querido en un amplio sector de la afición pese a la crítica situación del equipo. Además, él mismo desveló en el programa El Larguero de la SER que el sábado recibió una llamada de José Fernández, máximo accionista del Sporting, para transmitirle su respaldo y apoyo. De todas formas, tiene asumido que la mala racha de resultados, sin victorias, no le permitirá continuar al frente del conjunto gijonés muchas jornadas más.
Su peor racha, sin continuidad en los onces
El Sporting de Gijón contabiliza hasta el momento solamente dos victorias en lo que va de temporada, a falta de un encuentro para concluir la primera vuelta, en la peor racha de Manuel Preciado desde que está al frente del Sporting. Uno de los aspectos que más se le censura al preparador montañés es la falta de continuidad en las alineaciones. Sólo en dos jornadas consecutivas mantuvo el mismo equipo, que es la señal de que el técnico rojiblanco no acaba de encontrar una formación tipo, como le pasaba en la campaña anterior.