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Liga BBVA | Real Sociedad 2-Sevilla 3

Kanouté sí es el mago de Oz

El malí se inventó la remontada del Sevilla. A la Real, luchadora, le faltó fuelle. La salida de Negredo fue la clave. Los de Manzano, más cerca de Europa

<b>EL MAESTRO. </b>Kanouté se abraza a Negredo, Navas y Luis Fabiano después de hacer el 2-3.
EL MAESTRO. Kanouté se abraza a Negredo, Navas y Luis Fabiano después de hacer el 2-3.

Advirtió Manzano el primer día que entró por la puerta del Sánchez Pizjuán: "No soy el mago de Oz". Lo que no imaginaba es que se lo iba a encontrar en el vestuario. Porque lo de Frederic Kanouté, el eterno Kanouté, empieza a ser propio de brujo africano. Es un hechicero. Kanouté, futbolista de culto, le hizo anoche en Anoeta el favor número ni se sabe al Sevilla. Se echó a las espaldas al equipo y lideró una remontada providencial para que su club pueda sentirse aún con posibilidades legítimas de pelear por la Champions la próxima temporada. De delantero, de centrocampista cuando la situación lo requirió, Kanouté visualizó el partido e hizo exactamente lo que requería en cada minuto. Sublime.

Pero no todo en el 2-3 que anoche conquistó el Sevilla fue de color de rosa. La estructura defensiva del Sevilla en la primera parte pareció el Titanic. Se le vieron tantas vías de agua que la Real, esa agresiva Real que Lasarte pasea con tanta dignidad por Primera, se echó encima de los centrales y Cáceres y encontró justo lo que quería: errores. El uruguayo pegó un pelotazo que rebotó en un defensa y en vez de solucionar el asunto dejó que el asunto fuese a más. Diego Rivas se inventó un disparo precioso. 1-0. A Manzano se lo llevaron los demonios. Fue la primera vez que apareció Kanouté, en el sitio exacto en el momento preciso para empatar el partido.

Real y Sevilla no desarrollaron sus mejores versiones. Anoeta echó de menos a Griezmann, su jugador más vertical. Un puñal que es capaz de encontrar espacios y que busca las diagonales en cuanto la pelota está en las botas de Zurutuza y Xabi Prieto. Además, las tres últimas derrotas han empezado a crear ciertas dudas. La Real pinta bien, pero no vive tan eufórica como al principio.

Pero casta le sobra. A la Real y, sobre todo, a Joseba Llorente, uno de los delanteros que más han podido incordiar (para bien) a un defensa en la historia de la Liga. Al filo del descanso, Llorente persiguió un balón imposible, se comió a los dos centrales y creó dudas en Palop, que sin tener claro cómo podía terminar la jugada avanzó unos pasos mortales. Llorente lo vio y clavó el balón en la portería rival. Un golazo, una puñalada para el Sevilla y un crack para Palop, que sintió como su bíceps femoral se resentía. El panorama en el descanso para el Sevilla no podía resultar más desalentador. 2-1, Palop lesionado y sensaciones de mal rollo. Después del 1-0, el portero le había recriminado a Cáceres con toda la razón del mundo su falta de atención. A eso se unió la lesión...

Lasarte empezó tranquilo la segunda parte. En lugar de un Sevilla hambriento encontró más de lo mismo. Manzano sin mover el banquillo, dudas en el rival y los minutos pasando. Porque a la Real también le costaba llegar a Javi Varas. Apenas había creación. Sin embargo el Sevilla, mustio y algo tristón, no conseguía cambiar el ritmo. Renato estaba lento, Romaric desaparecido y Navas y Perotti, muy previsibles. El mecanismo no andaba y el Sevilla necesitaba que pasase algo. Fue Negredo.

El triángulo Kanouté-Negredo-Luis Fabiano cambió el partido en dos minutos. Y no es una exageración. El Animal salió en el minuto 61 y en el 63 ya había rematado un córner con toda la intención. Luis Fabiano, que da la sensación de haberse enchufado en este principio de año, remachó el 2-2 y llenó de moral al Sevilla. Dos minutos después, Luis Fabiano le dejó el balón a Negredo y éste habilitó a Kanouté, que pareció controlar mal porque no le dio salida al balón. Entonces el brujo africano hizo el último truco de la noche. Se recolocó el balón con la izquierda y batió por al pelo corto a Brazo. Un toque fino, imprevisible, de maestro. A Kanouté, que incluso había robado el balón del 2-3, se abrazó todo el Sevilla. Muchos piden que lo clonen. Y los que creen menos en la ciencia simplemente rezan para que dure hasta siempre. Pero eso sólo lo sabe Kanouté, que es brujo.

Navas cumple su partido número 200 en la liga

Después de superar las molestias y una semana después de reaparecer de su lesión, Jesús Navas cumplió su partido número 200 con el Sevilla en Liga. Sólo Francisco López Alfaro llegó más joven a ese número en el Sevilla. Sus cifras serán de leyenda. Además, Alexis jugó su partido número 150.