Copa del Rey | Espanyol 1 - Atlético de Madrid 1
El capitán Kun lidera al Atleti
Agüero se cita con el Madrid con un primer tiempo primoroso. Los postes y De Gea frenaron al Espanyol en la segunda parte. Luis García empató en el 92'.
Kun tiene un reto. La Liga es de Messi y Cristiano. Agüero quiere la Copa. Por eso se citó ayer con el Real Madrid en los cuartos de final de la Copa del Rey. Por eso se marcó un primer tiempo soberbio, primoroso y lideró al Atlético en su clasificación para la siguiente ronda, cimentada en esa primera mitad en la que el Espanyol se mostró timorato y especulativo.
Kun alumbra al Atleti. Con brazalete, como ayer, o sin brazalete, es El Capitán Kun. A veces, El Capitán Kun parece rodeado de Los Chiripitiflauticos. Pero él solo, a gambeta limpia, convierte los tonos grises del Atleti en hermosura rojiblanca. Y por él, los colchoneros se pueden permitir soñar con eliminar al todopoderoso Madrid de Florentino. El Kun volvió a dar una exhibición. Él solito se bastó para dar el pase al Atleti. El Espanyol jugó de manera inteligente, como anunció Pochettino en la previa. Pero, en su previsión de no volverse loco yendo al ataque para empatar la eliminatoria, no pudo adivinar que Agüero rindiese a un nivel tan espectacular.
Empezó el Espanyol pisando el área del Atlético. Una jugada dudosa con un posible derribo en el área a Duscher, que el argentino no protestó como lo hizo la grada de Cornellà, ansiosa, como todas las aficiones, de arbitrajes justos. Luego fue un remate acrobático de Álvaro que se le fue arriba al ariete del Espanyol. Y por último un malentendido entre el desesperante Perea y De Gea con el balón merodeando la línea de gol. Esos fueron los minutos, seis, de mayor peligro españolista en la primera mitad. Acabaron doblando en posesión al Atlético, pero los colchoneros, liderados por el Kun, disfrutaron de más oportunidades. Además de un posible penalti por manos de Amat, hubo una volea pefecta de Raúl García al larguero, antes del golazo del argentino. Fue en un pase inteligente a un toque, tras un rechace, de Raúl García, cuando Agüero se plantó ante Cristian, le fusiló de potente derechazo e hizo el 0-1.
El Espanyol la tocaba sin apenas profundidad y el Atlético hacía transiciones rápidas, a veces demasiado alocadas. Reyes tuvo el 0-2, pero entre la mano de Cristian Álvarez y Duscher en línea de meta lo evitaron. Kun la preparó y Didac evitó el gol con Cristian superado, después le anularon un gol y al filo del descanso hizo una jugada maradoniana, arrancando desde la línea del centro del campo, con cambios de ritmo y fintas de superclase, que no acabó en gol por poco.
Un crack mundial.
Tras el descanso, Pochettino mandó a sus huestes a esa ofensiva total que había evitado en el primer acto. Necesitaba tres goles el Espanyol para pasar. Y los pudo hacer. Estrelló un centro chut en el larguero, De Gea le paró una a Álvaro, otra, aún mejor, a Luis García, quien en el siguiente remate estrelló el balón en la cruceta. El Atlético se defendía bien. Quique tuvo que sustituir a Assunçao, conmocionado, por Koke. Y luego sacó a Antonio López, a apuntalar la defensa. Una contra del Kun dejó sólo a Reyes y se anticipó Cristián. Y el sevillano de nuevo tuvo el gol y volvió a fallar. El Espanyol lo intentó. Luis García hizo, de magnífico golpe franco, el 1-1 en la prolongación, pero ya era tarde. El Kun marcó la diferencia y metió al Atlético en los cuartos de final. ¡Contra el Real Madrid! ¡Casi nada!.