Getafe y Betis madrugan para regalarse la Copa

Fútbol por la mañana (12:00 horas) el día de Reyes. Hacía siete años que el Getafe no jugaba un partido matinal, cuando estaba en Segunda y le televisaba Canal +. Es una prueba de horarios para el futuro, pero lo que no es ninguna prueba y donde sí hay futuro es el partido. Getafe y Betis se juegan los octavos de final, con un cruce contra el Barça o Athletic en cuartos, que precisamente dejaría eso, buenos cuartos. Para asegurar ambiente y griterío, Ángel Torres ha rebajado el precio de las entradas y los niños menores de 15 años entrarán gratis.

El 1-2 de la ida es un puente de plata para que el Getafe pase de ronda. Míchel no quiere encontrarse sorpresas en el roscón y alineará un equipo de garantías donde sólo se dará descanso a Boateng y Manu.

El Betis, que se perdió la noche de Reyes sevillana y viajó ayer, no viene de fiesta. El 0-1 no le vale y necesita marcar, al menos, dos goles, lo que tampoco es imposible pues en la anterior eliminatoria ya eliminó al Zaragoza (1-2) en La Romareda) tras perder 0-1 en el Villamarín. Mel alinea su once de gala dejando claro que su objetivo es la portería de Ustari. Arriba, toda la dinamita, Salva Sevilla, Rubén Castro, Jorge Molina y Emaná, que se sale en Segunda porque tiene nivel de Primera. Su representante ha dicho esta semana que lo quiere sacar del club en enero y dar el salto, pero Gordillo dice que nanai, que el camerunés no se mueve, quizá porque si Emaná se va, también se puede esfumar el ascenso.

Los Reyes nos traen fútbol este año, tanto como para llenar todo el día. Por la mañana, este Getafe-Betis, y concediendo un margen de dos horas para comer, maratón con partidos a las cuatro, seis, ocho y diez. A disfrutar, que es Reyes.

Ovación para Belenguer

Belenguer, central del Betis, tendrá su particular homenaje esta mañana en el que fue su estadio durante siete años. El ex capitán del Getafe no puede jugar por lesión, pero estará en la grada. Ayer viajó con el resto de la expedición del equipo verdiblanco. Como dijo Míchel, "es una lástima que no pueda recoger el cariño de la afición de corto y sobre el césped".