NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Jornada 17 | La Liga al microscopio

El carrusel

El Barça no comenzó el año con sus mecanismos habituales en funcionamiento y sufrió más de la cuenta ante el Levante. La fiesta fue para Xavi, que igualó a Migueli en número de partidos como culé. El Madrid, por su parte, recuperó a Kaká y llevó a cabo otro ejercicio de poderío ofensivo frente a un Getafe osado. Es la Liga.

El carrusel
enric fontcuberta

Es difícil rendir si tu pupitre está en venta

Muchas veces decimos que los futbolistas son poco profesionales. Y con razón. Pero el Zaragoza logró una victoria trabajada ante la Real que habla muy bien del espíritu de los suyos. El equipo no está bien. Trata de sacudirse la falta de fútbol y de ideas como buenamente puede. La afición está que trina y el fax de la dirección deportiva echa humo en busca de nuevos jugadores. En este mercado de invierno van a llegar cuatro o cinco, se comenta. Pues bien, sobreponiéndose a todo este ambiente contrario, sabiendo que lo de ayer quizá no sirva para que fichen a sus sustitutos, los de Aguirre abandonaron el farolillo con casta. Sus pupitres se venden; su orgullo, no.

Cuando sin quererlo uno es el emblema

La vida pasa muy deprisa. Tan deprisa como que ya estamos en 2011 y hace 42 años que el hombre pisó la Luna. Por eso, casi sin darse cuenta, Jesús Navas se va convirtiendo en silencio en el nuevo emblema del sevillismo. Es el equipo de su vida, aquel al que llegó procedente de Los Palacios cuando era cadete, y al que vio desde entonces desde la grada del Pizjuán mediante sus furtivos ojos grises, único rasgo de su rostro que indica la voracidad de lobo con la que acomete sus acciones. Frente a Osasuna regresó después de tres meses de lesión y dio el pase de gol con el que el Sevilla ganó por fin. ¿Casualidad? No. El significado de los emblemas, más bien.

La vuelta de Kaká es el renacer de un artista inacabado

Kaká volvió a vestirse la camiseta del Madrid tras siete meses sin hacerlo. Un motivo de celebración para los buenos amantes del fútbol. La afición blanca aún tiene ganas de ver la mejor versión del brasileño. Y es normal. El Bernabéu tiene entre manos un codiciado manjar que ya saborearon en Milán y que todavía sueñan con paladear sus actuales hinchas. Kaká es un jugador excelso, de los que siempre avanzan perfumados, sin barro en sus piernas ni en su uniforme, y cuyas acciones han servido para convertir muchas jugadas en obras de arte recientemente. Las lesiones tampoco le han ayudado, pero, a sus 28 años, aún tiene tiempo por delante para maravillar. En Getafe ya dejó algunas gotas de clase. Mou encuentra un artista cuando requiere un fichaje. Falta por ver si son lo mismo.

Koke: Quique no vio lo que su madre sí

Quique tuvo la magnífica oportunidad de neutralizar la lesión de Tiago tirando de la cantera. El joven mediocentro Koke aguardaba impaciente en el banquillo. Sin embargo, en lugar del portugués entró Valera y Raúl García, que actuaba por la derecha, pasó al centro. El Atlético anduvo sin rumbo desde entonces hasta que, esta vez sí, Quique llamó al chaval. Era el minuto 70. Tarde. Y es que la entrada del vallecano, de 18 años, cambió las cosas. Dio pases largos, disparó desde lejos, sacó córners y faltas, y pareció entender lo que le faltaba a su equipo. No es raro. Él siempre fue un adelantado a su edad. Esa madurez sobre el campo le hizo jugar siempre con gente mayor. En la Selección maravilló con la Sub-17 -fue subcampeón del mundo- y fue plata con la Sub-19 en el pasado Europeo de Francia junto a los Thiago y Canales. Ya el año pasado debutó con el Atlético en el Camp Nou, pero luego apenas apareció. Ayer, con su madre animando desde la grada, como siempre, demostró que está para retos mayores. Y su mamá lo sabía.

La renta psicológica de la zona "Cesarini"

La zona Cesarini es la expresión con la que un periodista italiano, Eugenio Danese, denominó en los años 40 a los últimos instantes de los encuentros. Su origen se debió a Renato Cesarini, jugador italo-argentino de los 30 especialista en marcar en los tramos finales. El valor de esos tantos suele tener un efecto psicológico mayor. Unai Emery está convencido de ello. Por eso el Valencia se maneja tan bien en el alambre. Frente al Espanyol logró la victoria con un gol de Mata en el 92'. Igual ocurrió la pasada temporada entre estos mismos equipos, entonces gracias a Zigic. Pero también la jornada pasada en Anoeta en el 91'. O contra el Athletic en el 90'. O frente al Atlético en el 83'. Puntos de la zona Cesarini. Puntos más valiosos que los otros.

El hijo del minero ha aprendido a sonreir

Asturias es la región española que mayor conserva el negocio de la minería del carbón. Es un oficio tan duro que pocos quieren seguir el camino de sus padres. Al igual que ocurrió con Villa, otro asturiano, el deportivista Adrián, se juró en su día triunfar en el fútbol para renunciar a ese crudo destino. También, de paso, para sacar a su padre de la mina. Primero en el Oviedo, donde se le bautizó como la perla de El Requexón, y desde los 16 años en el Deportivo fue logrando que su pueblo, San Martín de Taverga, se conociera por algo más que los semblantes ennegrecidos y casi inexpresivos de sus mineros. Tras estar cedido en Alavés y Málaga, esta campaña vislumbra más cerca su sueño. Ya es titular con la Sub-21 y en San Mamés marcó dos goles y provocó dos rojas y un penalti. Y es que sonreír así, fuera de la mina, es más sencillo.

Saber sobreponerse a los peores episodios

Emilio Nsue endereza, a sus 21 años, una carrera profesional altisonante. Desde los 15 se le relacionó con grandes clubes ingleses, pero su alarmante falta de gol y unos duros episodios personales transformaron su personalidad. Su padre, guineano de nacimiento y con el que apenas tenían relación ni él ni su madre, murió tras lanzarse de un puente en Palma hace tres años. Fue una noticia trágica que le costó digerir, pero lo logró a base de fuerza interior. También le ayudó dejar la punta de ataque para actuar en banda, donde tiene mucha menos presión. En las cesiones de hace unos años a Castellón y Real Sociedad así quedó patente. Y ya esta campaña, en su regreso a Palma, se ha ganado un puesto en el primer equipo y ha alcanzado la Sub-21 española. Son sus mejores momentos, como ayer ante el Hércules. Es un Emilio renovado.

El personaje: Xavi

El reloj biológico es injusto. A las mujeres les amenaza con impedir embarazos y a los hombres les despuebla de pelo la frente. Pero esta sensación persigue aún más a los deportistas. Por eso, al ver recibir homenajes a Xavi, al verle igualar los 549 partidos de mitos como Migueli, al verle ganar Ligas, Champions, Eurocopas y Mundiales, uno tiene la sensación de ir agotando poco a poco los días de una leyenda. Él aún juega como el chavalín que conquistó nuestras casas en 1999, en el Mundial juvenil de Nigeria, pero ahora le duele el tendón, la rodilla o lo que sea después de hacerlo. Es la fuerza de la vida. El paso del tiempo. Sólo queda disfrutar de Xavi. Y, como dicen algunos, si no le dan el Balón de Oro es porque con él daría un pase medido. Como ha hecho siempre.