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Hércules | La intrahistoria

Los periodistas acamparon en su domicilio

J. B.

Todo lo que hace Drenthe es noticia y tras su estela se agolpan periodistas y medios de comunicación. Ayer, en la puerta del domicilio del holandés aguardaban varias decenas de informadores y cámaras, justo enfrente de las pintadas que le tachaban de "mercenario" y "payaso". Al más puro estilo de los programas del corazón, cada movimiento en la tranquila calle del lujoso barrio de la playa de San Juan suponía una posible noticia. No importaba que fuera un vecino curioso o la "trabajadora" del propio Drenthe, como él llama a su empleada de hogar. La confirmación de que ésta ya había hecho acopio de víveres era el presagio de que el futbolista estaba a punto de llegar. Durante más de diez horas, los informadores hicieron guardia en la puerta del domicilio pero la 'acampada' se trasladó a media tarde al aeropuerto de El Altet cuando un vuelo procedente de Rotterdam debía trasladar al jugador hasta Alicante.