El Atleti inicia la cuesta de enero

El Atlético inició ayer con más pena que gloria su particular cuesta de enero. El Racing de Portugal vino a comprar un puntito en el Calderón y se encontró con que las rebajas ya se habían iniciado en la ribera del Manzanares. Lo intentó el Atlético, pero sin Simao ni Forlán ni Reyes es un equipo de mitad de la tabla. Y anoche ni lo pudo arreglar el Kun Agüero.

Mucho debe afinar en su gestión Miguel Angel Gil Marín para reflotar la plantilla. Debe tirar de la varita mágica de su premio de mejor dirigente del año pasado para enderezar el rumbo hacia la cuarta plaza. Porque, a pesar de las sensibles bajas de Forlán y Reyes, la sensación que ofreció el equipo ayer fue muy pobre. Y el enfado y los pitos de la afición, lógicos.

El Atlético salió a marcar pronto. Y a punto estuvo de hacerlo en una combinación entre Filipe, Mérida y Agüero. Una terna que auguraba un pasillo de seguridad de calidad por la banda izquierda. Y eso que Mérida es más interior, o más mediapunta por el centro, que jugador de banda. El catalán dio una asistencia delicatessen al Kun, a quien le ganó la partida Toño con una excelente parada. Se acababa de cumplir el minuto dos. Y las sensaciones que dio el Atlético desde entonces hasta la lesión de Tiago fueron positivas. Mérida parecía que se había sacudido el yugo de la suplencia por la marcha de Simao. Y el Kun intentaba liarla cada vez que tocaba la pelota.

Raúl García volvió a jugar en banda derecha. No es su sitio, pero Quique cree que es el que mejor rinde ahí y prefiere ponerlo. Cuando se lesionó Tiago, el entrenador volvió a mandar un recado a Mario Suárez: metió a Valera en banda derecha y pasó a Raúl al medio a formar el doble pivote con Assunçao.

El dominio del Atlético era estéril y hasta el minuto 37 no tuvo otra ocasión, cuando Diego Costa se la fabricó y remató para que se luciera Toño de nuevo. Se notó la falta de Reyes. A todo esto el Racing sólo había llegado una vez en el minuto siete con un centro medido con la zurda de Adrián desde la izquierda para que rematara de cabeza Rosenberg. Y volvió a tirar otra vez antes del descanso en un golpe franco potente y colocado de Kennedy al que respondió bien De Gea.

El Racing volvió del descanso con algo más de ambición. En siete minutos pisó más el área del Atlético que en toda la primera parte, pero con remates desviados de Rosenberg y Munitis. La movilidad de Adrián y la lucha de Munitis le bastaba para imponerse al centro del campo colchonero, en el que se echó en falta la ayuda ofensiva de Assunçao.

Porterazos.

El canterano Koke probó a Toño en el minuto 75. Empezó bien el chaval, moviendo al equipo alternando pases largos con paredes, pero acabó contagiado de su compañero en el doble pivote. El voluntarioso Valera desesperaba a los fieles de la grada colchonera. Y el Racing tuvo el 0-1, pero Rosenberg se encontró con la clase de David de Gea.

Toño paró otra buena al Kun y en el último minuto realizó un paradón a cabezazo de Diego Costa. Quique no realizó el tercer cambio (debió sacar a Borja) en un mensaje nada cifrado para que le traigan refuerzos. Si no lo hacen, meterse en Champions será harto complicado.