Emaná, centradísimo: llegó a Sevilla a tiempo

Volvió el Betis a los entrenamientos con casi toda la plantilla excepto los lesionados Odonkor, Momo, Juanma, Roversio y Pereira. El gallego, que sigue entrenándose en solitario meses después de su operación de cadera, parece haber ralentizado su recuperación y su vuelta, prevista para principios de enero, se dilatará al menos un mes más.

Quien podría acortar plazos respecto a su rotura muscular es Miguel Lopes. El carrilero portugués, que en principio iba a volver en febrero, podría estar en condiciones 10 días antes de lo previsto si sigue sanando como hasta el momento.

Volvió el Betis a los entrenamientos y seis días de vacaciones después (él uno más, debido a unas molestias en el tobillo), ahí estaba Emaná, como un clavo, a las 16:30 en la Ciudad Deportiva Luis del Sol. El más de un centenar de aficionados presente le dedicó al camerunés la ovación de la tarde, una muestra de cariño por otra muestra, la de estar implicado como nunca, que dio el futbolista al presentarse en fecha y hora.

Emaná llegó cansado y bostezando, síntomas lógicos después de haber aterrizado en el aeropuerto de San Pablo de Sevilla a las 13:30 de la tarde, tras de un viaje de más de 13 horas desde Yaundé, la capital de su país. Hizo Emaná el viaje vía París, donde la situación aeroportuaria no es la más estable por las condiciones climatológicas, pero también había preparado un vuelo desde Marruecos por lo que pudiera pasar. Lo planeó con su agente, José Pablo Varela, pues ambos habían prometido a Pepe Mel que esta vez no habría retrasos de ningún tipo.

Nada que ver con lo que ocurría hace tres y dos temporadas, cuando los arrebatos y las indisciplinas del futbolista camerunés eran constantes. A la pretemporada de hace dos campañas llegó Emaná con una semana de retraso; a la Navidad, con dos días. Siempre era el último en los entrenamientos y en una ocasión, antes del torneo Colombino, Tapia le dejó incluso fuera de la convocatoria después de que Achille se presentara tarde a una charla prepartido. Esos tiempos se acabaron: el Emaná capitán, centrado en el ascenso más que nunca, no falta a su palabra con el Betis.

Traspaso: hará lo que diga el club

Emaná lo tiene claro: está a gusto en Sevilla, quiere quedarse, pero si el Betis no tiene más remedio por sus graves problemas económicos y llega una oferta aceptable este invierno acatará marcharse a otro club europeo. Desde el club verdiblanco no se descarta que si a mediados de enero no se han encontrado otras vías para ingresar dinero, habría que plantearse aceptar ofertas como la que hizo el Galatasaray, de cinco millones.