Borja regresó a un Atlético B que se hace fuerte en casa

Era el minuto 77 y el Cerro del Espino rompió a aplaudir. El motivo lo merecía: Borja regresaba a un campo tras siete meses de ausencia. Su primera intervención fue un remate a bocajarro dentro del área que obligó a René a hacer una milagrosa parada. El ariete demostró que el instinto de goleador no se compra ni se trabaja en las academias. Se tiene o no se tiene. Y Borja demostró poseerlo al rozar el gol al minuto de ingresar. A pesar de que necesita ritmo, dejó varios destellos de la clase que atesora.

Antes de su salida, el filial ya había desnivelado el marcador gracias a un remate de Regalón en un córner. El Atleti fue superior pero acusó el mal día de Collado, que desperdició tres ocasiones para cerrar el partido. A pesar de ello, como la defensa sigue estando muy sólida, los de Rivas pudieron enlazar su tercera victoria seguida en casa y ver ya a sólo un punto los puestos de salvación.