Mourinho caza con perro y el Sevilla, con Renato

Quince bajas, siete del Madrid y ocho del Sevilla, desfiguran un partido pero no le arrebatan pasión. Mourinho volverá a cazar con perro (Benzema) sin dejar de pedir un nueve. Casillas ofrecerá su Guante de Oro al Bernabéu y lo estrechará con Cristiano, para desmentir presuntos abrazos rotos. Del Nido sentará junto a Florentino su cruzada televisiva. Y Manzano encomendará a Luis Fabiano un golpe de timón.

El Sevilla es una crónica de sucesos. Cada noticia conmueve más que la anterior. La última dice que no juegan Perotti ni Kanouté, caídos en Europa. Pero el pesimismo sevillista tiene un trazado largo hasta llegar a esa insólita undécima plaza. No entró en la Champions. No hubo efecto Manzano, porque hasta el empate del miércoles el equipo había encadenado cinco derrotas y en la ciudad se manosea el nombre de Marcelino. Y no cesa el desconsuelo por Navas, lesionado desde hace dos meses y medio.

Del Nido, al que también alcanza la marea, aparenta normalidad, promueve comidas de grupo y respalda al técnico, en muchos casos primer empujón hacia su despido. Con todo, Manzano defiende que hay partido. Y lo hay. Será el que jueguen Renato, que no le ha metido a nadie más goles (tres en Liga y dos en la Supercopa) que al Madrid, y Luis Fabiano, decaído pero peligroso. Negredo figura en el plan B.

De su parte están también las bajas del Madrid, dos de ellas nucleares: los sancionados Xabi Alonso y Marcelo no tienen otro yo en la plantilla. Ramos, lesionado antes que castigado, apuró y volverá al lateral derecho y Arbeloa jugará a banda cambiada. Lass y Khedira vertebrarán el equipo y Benzema repetirá en punta. Se sospecha que crece con el camino despejado.

Completarán el once los intocables, liderados por Cristiano Ronaldo, que se autoimpone el infernal ritmo de un gol por partido. Tendrá ganas de devolverle el pellizco de Del Nido, quien le ve como "un buen jugador frente a Messi, grande entre los grandes". Y con los intocables el Madrid lo ha ganado todo en casa: once de once entre Liga, Champions y Copa. Y así deberá seguir para pisarle los talones a un Barça que continúa rompiendo la barrera del sonido.