LIGA BBVA | DEPORTIVO 1 - SPORTING 1
Diego Castro da aire al Sporting en el último minuto
La aparición de Diego Castro en el último minuto del tiempo reglamentario recuperó el pulso del Sporting de Gijón en el estadio de Riazor ante un Deportivo que ya se veía con los tres puntos.
Los coruñeses disfrutaron de una mínima ventaja en el marcador desde que Aythami adelantó al equipo antes del primer cuarto de hora, pero los asturianos no se rindieron nunca, fueron superiores en el segundo acto y consiguieron un merecido empate.
Con muchos aficionados asturianos en la grada del estadio de Riazor, el Deportivo, tras la pelea de Antonio Tomás y el uruguayo Urreta en el último entrenamiento, entró en calor con una alineación plagada de sorpresas, con Valerón y Juan Domínguez en el centro del campo y una renovada banda izquierda con Rindaroy y Guardado.
El Sporting, muy necesitado, replegó excesivamente las líneas en los primeros minutos y entregó el campo y el balón al Deportivo, más cómodo de lo habitual esta temporada con el esférico en su poder, con Rubén Pérez como dueño del centro del campo, Valerón al mando del ataque y mucho dinamismo en el ala izquierda.
El dominio blanquiazul obtuvo el premio como en los anteriores encuentros en Riazor, en una jugada que nació a balón parado, en el córner, y en el que la participación de la defensa fue decisiva, con un disparo de Diego Colotto en el segundo palo tras una apertura de Rubén Pérez y la culminación de Aythami en el área pequeña.
Los asturianos, que habían estado metidos en la cueva, fueron más atrevidos tras el gol de los gallegos y se acercaron a la portería de Aranzubia superado el cuarto de hora con un disparo de Nacho Novo que rebotó en Rindaroy.
El Deportivo contrarrestó el empuje de los gijoneses y se animó con una gran jugada individual de Guardado que continuó Valerón y remató Adrián tras un espectacular pase al hueco del canario, pero el balón se fue a la izquierda de Juan Pablo.
Fue el segundo aviso serio del Deportivo, al que siguió otro lanzamiento duro de Guardado que desvió el portero del Sporting y otro pase magistral de Valerón que dejó a Adrián solo ante Juan Pablo, pero el atacante asturiano del equipo coruñés disparó al cuerpo del cancerbero.
Pudo ser la sentencia, pero el Deportivo, que además perdió por lesión a Guardado, perdonó y el Sporting recuperó oxígeno, pidió penalti por empujón de Lopo a Barral, y se metió en el partido con disparos desde la frontal del uruguayo Eguren y un par de centros de José Angel que se pasaron, con mucho peligro, por delante de la meta.
El descanso fue un alivio para el Deportivo, que en la segunda parte, con menos frescura que en la primera, dejó el balón al Sporting, retrasó las líneas, esperó al Sporting para intentar sorprenderle al contragolpe y se dispuso a sufrir.
Preciado sacó la artillería para intentar pescar algo en Riazor, pero su equipo solo dio sensación de peligro y no fue capaz de concretar las acciones de ataque hasta que un centro de Lora, en el minuto 89, fue rematado en el área pequeña por Diego Castro, que buscó a su técnico para celebrarlo.