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El ligamento se cruza otra vez en el camino de Bolado
Hace dos temporadas fue el tobillo, la pasada el ligamento cruzado de su rodilla izquierda y ayer, solo, debido a un resbalón, volvió a dañarse la misma articulación. Todo apunta a que puede ser una lesión importante pero el '9', tras el abatimiento inicial, se quiere aferrar a la esperanza.
Se hizo el silencio. Absoluto. Opresivo. En el mismo instante en que cayó dolorido sobre la hierba, Iván Bolado se dio cuenta de que algo grave había pasado en su rodilla izquierda. En ese instante, también, nos dimos cuenta todos los que estábamos pasando frío en La Albericia, jugadores, técnicos y espectadores. Su grito desgarrador no dejaba lugar a las dudas. Entonces se acabó el entrenamiento. No porque Portugal decretara el final, sino porque toda la intensidad, toda la agresividad, toda la energía con las que la victoria en Mallorca había cargado las pilas de la plantilla desaparecieron de inmediato. Todos estaban pendientes de las noticias que llegaban desde la enfermería.
Solo. Un balón suelto, un resbalón del pie derecho y un enganchón simultáneo del izquierdo. Así se resume la acción que, en medio de un partidillo en campo reducido, hizo que se torciera espectacularmente la rodilla izquierda de Iván Bolado. Inmediatamente fue trasladado, con los ojos llorosos y apoyado en los hombros del doctor Mantecón y de uno de los fisioterapeutas del club, a la enfermería donde esperaba el jefe de los servicios médicos, Javier Ceballos.
Los primeros síntomas de la rodilla, la misma en la que se rompió el ligamento cruzado en Alemania hace 16 meses (siete de ellos en el dique seco), son de que podría estar afectado de nuevo el mismo ligamento. Sin embargo, el hecho de que la rodilla no se haya inflamado y que el propio Iván asegure no haber oído ningún 'crujido' deja viva la llama de que pueda tratarse sólo de una lesión menor con, eso sí, una fuerte torsión.
Hoy, una resonancia magnética debe sacarnos de duda.