Liga BBVA | Mallorca 0 - Racing 1
El mejor fichaje se llama Serrano
Da el triunfo al Racing el día de su vuelta tras ocho meses KO. Toño frenó antes al Mallorca con tres paradas decisivas. El empate hubiera sido justo.
Óscar Serrano era, antes de jugar, el hombre del partido junto a Tuni. Ambos volvían tras superar sus graves lesiones. La del atacante del Racing de ocho meses. Diez tuvo en vilo al del Mallorca. Sin embargo, el extremo catalán no pareció conformarse con entrar en la lista de convocados por sorpresa. Él siempre quiere ser protagonista y esta vez no iba a ser menos. Portugal tiró de él a dos minutos del final para aprovechar su velocidad a la contra y, ya de paso, perder tiempo. Porque el empate era bueno para el Racing. Rebajaba el ambiente de tensión y alejaba un poco más al equipo de la zona peligrosa. Pero si algo le sobra siempre a Serrano es ambición. Aprovechó el único balón que tocó con una jugada de manual. En ella, lanzó desde el centro del campo a Bolado con un pase profundo, siguió su internada con la astucia y la velocidad que recordábamos y colocó el gran pase atrás del canterano en la escuadra derecha de Aouate. Gol, tres puntos, resurrección y premio a su constancia.
Lavado de imagen.
El tanto de la victoria desviará, como es lógico, los focos. Pero conviene que el Racing no olvide que Toño fue tan importante o más que Serrano para obrar la reacción y su primera victoria a domicilio de la temporada. Para personalizar el éxito y para que Portugal y su tropa no caigan en la autocomplacencia y recuerden que el empate hubiera sido lo más justo. El Mallorca pagó muy caro sus errores, como otras jornadas hizo antes el Racing.
El guardameta verdiblanco sacó tres balones providenciales. Detuvo un disparo de Webó a quemarropa, otro a Víctor a bocajarro y uno más a su socio Henrique, tras confundirse el brasileño de portería. No es que el Mallorca avasallara, ni mucho menos; pero sí es cierto que gozó de las mejores ocasiones. El Racing sólo apareció en el área rival con un disparo de Christian escorado, con dos internadas estériles de Adrián González, con un zapatazo lejano de Colsa y con un trompicado remate de Munitis.
El miedo a fallar marcó el partido. El Mallorca dominó en la posesión, aunque ésta circuló en su mayoría en campo propio porque le falta la calidad y las alternativas entre líneas de antaño para mantenerlo en tierra peligrosa. Sin dinero y con tantas bajas, definitivas (Valero y cía) y temporales (Ayoze, Rubén...), parece lógico. El Racing, por su parte, se centró tanto en devolver la consistencia que olvidó complementarla con salidas a la contra. Nadie quiso parecer "acomodado". Algunos se afanaron en ser guerreros, cuando sus virtudes son otras. Y así, exhibió repliegue sin amenaza como respuesta.
Feo pero eficaz.
Los laterales se declararon en huelga ofensiva. Los centrales prefirieron probar la fórmula del despeje tras haber fracasado con la de la combinación. Lacen se preocupó tanto en cubrir la espalda de Colsa que desatendió su misión de distribuir. Así, a Kennedy y Adrián sólo les quedó vaciarse en defensa por solidaridad. Tanto que pasaron del ataque. Por eso, Rosenberg y Munitis se quedaron incomunicados arriba en esa isla de los miedosos.
La derrota del Mallorca, aunque injusta, no debe desesperarle. En su estadio habrá que sudar para tumbarle. Cuantos mayores problemas tiene y menos esperanza irradia, con más constancia se emplea. Sólo sus laterales parecen mejorables. La victoria del Racing consolida a Portugal, reduce la depresión cántabra, consolida a los cambios introducidos y marca el camino a seguir fuera de casa. Un estilo opuesto al mostrado en El Sardinero, pero más eficaz que otros planteamientos anteriores. Si antes cayó con cinco defensas, con laterales suicidas, con trivote o con dos puntas, parece que la receta es más simple y primitiva: solidez, casta, físico, velocidad y contras. Con Serrano y Arana, los fichajes invernales, el plan no admitirá más ataques de entrenador.
El detalle. Primer triunfo a domicilio
El Racing logró en Mallorca su primer triunfo fuera de El Sardinero. Hasta la fecha sólo había puntuado (1-1) en el Sánchez Pizjuán con gol de Pinillos. Ni siquiera en la Copa había logrado vencer ya que perdió en Córdoba (2-0). Curiosamente, la última vez que el Racing había ganado en la isla fue con Portugal en el banquillo en la temporada 2006-07 (1-2).