Arruabarrena fusila al Extremadura

El Lega es como las mareas. No sabes cómo, pero te lleva a dónde quiere e igual que aparece, sin saber cómo, se va. Así, al tran-trán, los pepineros sestearon en los inicios de un partido que olía a rareza. Para colmo Nakor se lesionó. La enfermería revienta: ya son siete los tocados. Llegó el descanso y con él, la reacción. El Extremadura, valiente en las formas, escaso en lo físico, se olvidó de ser compacto mientras que el Lega recordó lo que eran las transiciones rápidas, las bandas y la movilidad. En esas llegaron Ortega y Tacón. Los eslálons del primero y las asistencias del segundo terminaron donde siempre: en Arruabarrena. Éste sacó por dos veces su fusil y aprovechó ambos regalos para seguir oliendo a pichichi (suma doce chicharros). Y de nuevo la marea: el Lega se esfumó. No hacía falta volver. No había rival. Conclusión: Trece de quince puntos posibles en los últimos cinco duelos. Huele a play off en Butarque.