Examen en Levante

Cuando sopla el viento de Levante pueda provocar hasta desequilibrios anímicos en quien sufre su brisa. El Atlético de Madrid vuelve a vivir al filo de la navaja y los títulos ganados hace unos meses se han olvidado y el pesimismo rodea al conjunto colchonero.

No es el Levante el mejor rival para darse una alegría. Pelea en desigualdad económica el equipo granota para ganarse un año más en Primera. La paciencia de los dirigentes del Levante con su técnico Luis García se verá recompensada porque estamos ante un entrenador llamado a hacer carrera en la máxima categoría. Luis dejará su corazón atlético de lado para lograr un triunfo obligado en su huida de los puestos de descenso.

Si Quique Sánchez Flores no es capaz de mentalizar a los suyos para que entren en la pelea y neutralicen el empuje del Levante, el Atlético no contará con opciones de conseguir unos tres puntos vitales para no descolgarse de la zona Champions. Y sopla marejadilla en el vestuario del Atlético. Quique debe acertar de nuevo en la toma de decisiones e intentar recuperar para su causa al puñado de futbolistas desencantados con él que tiene en la caseta. Si no lo consigue en breve, los fantasmas colchoneros retornarán. Una tercera derrota consecutiva en una semana abriría una crisis.

El guión del partido será el que se escribe siempre cuando se enfrenta un conjunto que aspira a mantener la categoría con otro cuyo único objetivo es estar entre los cuatro primeros. La diferencia de potencial es evidente. La suma de los salarios de los cuatro atacantes del Atlético (Agüero, Simao, Forlán y Reyes) son prácticamente el presupuesto del Levante.

Igualdad.

En la Liga BBVA existe bastante igualdad. Sin contar con Barcelona y Real Madrid, cuya distancia es abismal con el resto, los ocho equipos que se jugarán los tres puestos de descenso pueden plantar cara y ganar a cualquiera de los de arriba. El Levante examina hoy al Atlético. Quique no se puede permitir un suspenso.