El Xerez se estrelló en la red de la Ponferradina

La Ponferradina consiguió anoche en Chapín lo que ningún equipo ha conseguido en el feudo azulino, que el anfitrión no consiguiese anotar ningún gol. Esta vez ni el efecto José Mari pudo con un equipo que salió muy bien plantado al partido y que nunca perdió la compostura.

La red que tejió Juan Carlos Granero en Chapín fue demasiado gruesa para las ideas de los azulinos. Capi se estrellaba entre las líneas del conjunto berciano, muy cerradas, donde estuvo genial el trabajo de Toribio durante toda la primera mitad. Javi López no abrió el campo y así transcurrieron los primeros 45 minutos del partido, con José Mari sin peligro, anclado por la buena colocación de una Ponferradina que, además, acabó teniendo la oportunidad más clara de la primera mitad. De Paula obligó a Chema a realizar una espectacular parada tras cabecear con precisión un saque de esquina, a tres minutos del descanso.

Abierto.

El escenario cambió tras la visita por los vestuarios. Apareció el capitán azulino Jesús Mendoza, que tenía ganas de reivindicarse después de haber abandonado la titularidad tras el partido contra el Betis. Por su banda despertó el instinto de José Mari, que obligaba a la estirada de Mackay para detener una bola que iba dentro. Pero el partido estaba abierto, y De Paula, otra vez, templaba el ahínco del Xerez con un gran disparo tras otro saque de esquina que lamió el poste. Las dos acciones alegraron un partido que hasta esos instantes había sido un pestiño.

Font fue encontrando huecos, y el único recurso que le quedaba a la Ponferradina era intentar salir a la contra encomendándose a su suerte. Pero la presión azulina se notaba, y sólo era cuestión de tiempo que entrase el primer gol. Éste pudo llegar en un posible penalti de Mayor sobre José Mari que Gil Manzano o no vio o no quiso pitar.

Los movimientos del banquillo revelaron lo que buscaban unos y otros en el partido. Granero buscó la contención, mientras que López sacó toda la artillería con el arte de Antoñito y con Jose Vega, que al fin reaparecía en Chapín. Pero no hubo forma. Hubo ocasiones, pero pocas peligrosas.Y al final, bronca para Javi López por sacar a Font y poner a Barber.

El frío se dejó notar en Jerez

Sigue sin cuajar el fútbol en viernes en Chapín. Y si a ello se le suma los seis grados de temperatura que hacía en el estadio, algo nada habitual en la tierra de vino, el resultado es una bajada de aficionados reseñable con respecto a lo habitual. Si cada fin de semana se superan los 11.000, ayer se rozaron los 8.500. Y para cumplir sus tradiciones, los aficionados xerecistas mostraron sus quejas por estos partidos de los viernes con una gran parcarta.