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Europa League | Villarreal 3 - Dinamo de Zagreb 0

Goleada para clasificarse

El Submarino ya está en dieciseisavos. Rossi, con dos goles, y Marco Ruben, letales. Los de Garrido arrollaron tras sufrir en el primer cuarto de hora.

Goleada para clasificarse

Hay muchos caminos para llegar a la victoria, pero sin duda alguna el que escoge en cada partido el Villarreal es uno de los mejores. Porque los de Garrido volvieron a firmar un encuentro sobresaliente, a la altura de lo que había en juego: seguir vivos en la Europa League. Les costó arrancar un cuarto de hora, pero cuando los amarillos se pusieron en marcha arrollaron a un Dinamo de Zagreb al que le tenían ganas. Buen fútbol, ocasiones, un penalti fallado por Senna en el 86' y goles. Al final, sólo tres. Incluso pocos para un Submarino que rubricó su mejor partido en Europa para hacerse con tres puntos que, gracias al empate del Paok ante el Brujas, le da el pase a los dieciseisavos de final. En la última jornada se jugará en Brujas ante el colista del grupo acabar como líder. Con prolongar el fútbol exquisito de anoche debería ser suficiente para salvar el honor español tras una jornada nefasta.

No era un partido más. Y se notó desde el pitido inicial. El problema es que el Villarreal no se esperaba un Dinamo de Zagreb que saliera a tutearle. Porque, incluso, el equipo croata fue el que tuvo el control y las ocasiones en el primer cuarto de hora. Al Submarino le costó espabilar y por el camino casi se encuentra con algún gol en contra. Sólo la incompresible falta de puntería visitante y la fortuna permitieron mantener el 0-0 en esos primeros 15 minutos. Avisó Ibáñez con un remate de cabeza a placer en el que no conectó con fuerza; Tonel dejó a los aficionados amarillos con el corazón en un puño con un remate que desvió Bruno y que, con Diego López batido, repelió el palo; pero lo 'gordo' llegó en el 14', cuando Beciraj hizo lo que parecía imposible: errar debajo de la portería un remate a placer que Diego López, casi ya sin esperarlo, todavía tuvo tiempo de despejar. Fueron tres avisos muy serios prueba de la entereza con la que había arrancado un Dinamo que parecía tener la fórmula para ahogar la creación amarilla.

Pero a este Submarino se le puede contener durante un cuarto de hora; hacerlo más tiempo se antoja misión imposible. Y así fue. Porque la maquinaria de los de Garrido empezó a carburar, siempre con Cazorla y Rossi a la cabeza. Pero fue Marco Ruben el que apareció de forma determinante. Ante el Paok firmó el gol de la victoria; anoche provocó el penalti que supuso el 1-0. Además, con mucha picardía. Una pena máxima que aprovechó Rossi. Esa diana dio pase a un recital amarillo que se debió traducir en una ventaja más holgada en el marcador. Cazorla se fabricó dos buenas oportunidades y Rossi, hiperactivo, se topó con Kelava en otro buen remate. Del Dinamo ya casi no se tenían noticias porque los croatas arrinconaron las buenas sensaciones que habían dejado con su gran inicio y prácticamente no volvieron a acercarse al área de Diego López.

Vendaval amarillo.

El paso por los vestuarios sirvió para activar todavía más a los locales, que saltaron revolucionados y con una obsesión: resolver el partido lo antes posible. Así se fueron acumulando las ocasiones para los de Garrido, casi siempre con Rossi como protagonista. La tuvo el italiano en el 46', pero no acertó a superar la salida de Kelava. Borja Valero pudo firmar poco después el 2-0 en un ataque en el que se acumularon los remates para el Submarino y que el madrileño cerró con un disparo ajustado al palo. La tuvo de nuevo Rossi de chilena y hasta Cani estrelló un tiro en el palo en el 58'. Ahí Rossi se dio cuenta que, como su puntería no estaba completamente afinada, era mejor lucirse con un pase a un compañero, así que asistió a Marco Ruben para que el argentino, con precisión, hiciera el 2-0. Después apareció el italiano para resarcirse y firmar el 3-0. Partido resuelto y a dieciseisavos. Como debía ser.