Europa League | Atlético de Madrid 2 - Aris 3
El campeón regala el título
Un fallo de De Gea provocó el 0-1. Remontaron Forlán y Kun. El Aris empató de penalti y marcó el 2-3 en el 81'. Los de Cúper dejan al Atlético tocado.
El Atlético pegó ayer un petardazo imprevisto. No entraba en el guión perder contra el Aris de Salónica y provocar que por primera vez en la historia un club griego gane en territorio español. Los de Quique ya no dependen de si mismos y aún ganando en la última jornada, quedarían eliminados si gana el Aris.
Poco tuvo que ver el equipo de anoche con el que ganó la final de la Europa League en mayo. No fue un digno defensor del título. Perder seis puntos con el Aris, por más que lo entrene Héctor Cúper, es un fracaso para los de Quique Sánchez Flores y por ello están más cerca de la eliminación que de continuar en la competición.
Cantada.
La noche empezó muy fea con la cantada de David de Gea en los primeros segundos del partido. El canterano dejó el balón a los pies de Mendrinos quien en el segundo intento remató al larguero y Koke enganchó el rechace y no perdonó y acertó con la red.
Quedaba todo el partido por delante y ni el más pesimista de los colchoneros se figuraba una derrota. Con una actitud funcionarial los jugadores del Atlético se fueron a por el gol en la portería griega como el que atiende detrás de una ventanilla. Hubo un penalti claro a favor del Atleti a los tres minutos por manos de Lazaridis que el árbitro se tragó. No había que lamentarse y ni un fallo arbitral podía impedir un triunfo obligado.
Simao, en un fogonazo propio de su calidad que destila con cuentagotas, disparó al poste y Forlán estaba donde debe estar un cazagoles para certificar el empate a uno. Cumplieron con el primer objetivo sin apenas brillantez, pero con eficacia. Sifakis, el portero del Aris, demostró ser un amigo la primera vez que le exigió Agüero. Y al cuarto de hora el Kun, en una galopada elegante, remontó el gol griego definiendo con su elegancia habitual.
Con el 2-1, los atléticos atacaban sin excesiva convicción, los laterales se incorporaban con criterio, pero no se concluían las jugadas. La superioridad del Atlético era una evidencia y parecía cuestión de tiempo aumentar la ventaja en el marcador.
Forlán estrelló el balón en el larguero a los pocos segundos de la segunda parte. Mal se tenía que dar para no marcar el tercero. Pero no fue así. Domínguez hizo un penalti absurdo. Quizás al central canterano le afectó en ese lance la falta de confianza de ir en un mes de la suplencia a la grada y regresar a la titularidad. El caso es que su agarrón fue descarado y Koke transformó el penalti. Empate a dos.
En la búsqueda del tercer gol, Tiago tiró a las nubes un remate que con su supuesta calidad pudo dirigir a la portería sin inquilino, Forlán se encontró con el meta griego y el Kun se marcó un jugadón que no pudo traducir en gol.
El Atlético iba, pero solo Kun daba sensación de poder llegar. Los griegos estaban agazapados, a lo suyo, a gusto con el empate y cuando faltaban nueve minutos Lazaridis recibió otro regalo de De Gea, quien después de dos paradones no se quedó el balón con las manos y los despegó para que el griego marcara el gol del triunfo. Los de Cúper han ganado dos veces al Atlético y pueden certificar la eliminación del campeón si ganan en la última jornada. ¿Vuelven los tonos grises?.