Portugal mandó a su gente a luchar contra los elementos

Los más viejos del lugar recordaban ayer por la mañana en La Albericia los míticos partidos de baloncesto en el pabellón 'del Teka' a las órdenes de Manolo Preciado las mañanas invernales de agua, frío y viento. O el no menos mítico "¡Vamos pa casa, ho!" de Marcelino García Toral en similares circunstancias. Como las de ayer. Pero Portugal (al igual que Muñiz o Mandiá) no es partidario de modificar el planning de la semana aunque caigan chuzos de punta.

Ayer, por ejemplo, los dos campos de hierba natural estaban absolutamente anegados por las lluvias de las últimas horas. El primer equipo, tras casi una hora haciendo el habitual trabajo de fuerza de los miércoles en el gimnasio, pasó a realizar lo que técnicamente llaman transferencia sobre hierba artificial.

Inusual.

Es absolutamente excepcional que el primer equipo racinguista (o cualquier otra plantilla de Primera) no se entrene sobre hierba natural. Se da el caso, además, que los dos campos (campo y medio por aquello de las obras) de hierba artificial de los que se disponen en las Instalaciones están ya muy machacados, no son de última generación y la idea del club es cambiarlos en cuanto finalicen las obras. Ayer los aprovecharon, no obstante, para 40 minutos de rondos y partidillos en campo reducido.