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Barcelona - Real Madrid | La intrahistoria

Tres feos en el 5-0:­­­­ el penalti, la manita y el mal gesto de Pep

Puyol recriminó a Piqué su acción.

<b>PENALTI. </b>Valdés llegó tarde y arrolló a Cristiano dentro del área. Iturralde no señalo la pena máxima.
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El madridismo asume que el Barça fue superior durante el Clásico y que la derrota fue justa. Mourinho fue contundente en la conferencia de prensa tras el encuentro: "La derrota es muy merecida". Lo que no gustó entre los aficionados blancos fueron ciertos detalles feos que tuvieron lugar durante el partido.

Un gesto que ha sentado especialmente mal entre los seguidores fue que Piqué enseñase la mano abierta a la grada del Camp Nou haciendo alarde de los cinco goles. Y no sólo los madridistas vieron mal esta forma de festejar la goleada. Unas imágenes de TV3 demuestran cómo Puyol, capitán azulgrana, le recriminó el gesto a su compañero y le pidió que dejase de hacerlo y se marchase a su campo para continuar con el encuentro.

Entre el madridismo duelen esta serie de acciones, y más cuando desde el Madrid no se han ensañado con las victorias del equipo blanco, ni con el famoso pasillo (07-08). Además, en las últimas derrotas en el Bernabéu el comportamiento de la afición y de los jugadores del Madrid fue ejemplar, pese a la gran rivalidad existente.

Algo de lo que también se queja la afición es del penalti que cometió Valdés sobre Cristiano en el minuto 38 (el Barça iba 2-0) y que Iturralde obvió. La imagen superior muestra cómo el portero engancha la pierna izquierda del portugués. Si el árbitro lo hubiese señalado, el Clásico pudo acabar de distinta manera ya que Valdés tendría que haber sido expulsado y Guardiola se hubiera visto obligado a sacar a Pinto. Así, con uno menos, su planteamiento habría cambiado.

Otro feo que molestó a los aficionados fue el incidente en el que Guardiola lanzó el balón lejos de Cristiano en lugar de dárselo cuando éste estaba a su lado. No entienden que el técnico le provocase con 2-0 en el marcador. Además, cuando el portugués le empujó, exageró y fingió que le había dado en la cara. Estas acciones dieron origen a una tángana que Iturralde zanjó con amarillas para Valdés y Cristiano.