Europa League | Grupo B | Atlético de Madrid 2 - Aris de Salónica 3
El Atlético de Madrid decide caminar sobre el alambre
La sorprendente victoria del Aris en el Vicente Calderón obliga a los de Quique a ganar al Bayer Leverkusen en Alemania y esperar que el Rosenborg sea capaz de empatar o ganar en Salónica.
El Atlético de Madrid se jugará su pase a los dieciseisavos de final de la Europa League en la última jornada de la fase de grupos y, lo que es peor, dependiendo de terceros. La sorprendente derrota del conjunto colchonero en el Vicente Calderón por dos goles a tres ante el Aris de Salónica le obliga a ganar el próximo dieciséis de diciembre en Alemania al Bayer Leverkusen y esperar que el Rosenborg sea capaz de ganar o empatar ante el Aris en Grecia. El partido tuvo un comienzo fulgurante con el primer gol visitante en el minuto dos, obra de Koke, y con la remontada local lograda en un cuarto de hora con goles de Forlán y Agüero . Tras el descanso, Koke empató al transformar un claro penalti de Domínguez sobre Lazaridis. En las postrimerías del encuentro una jugada de auténtica comedia sirvió al propio Lazaridis para cerrar el partido y conseguir el triunfo para los suyos.
La visita del Aris de Salónica al Vicente Calderón parecía una inmejorable ocasión para que el Atlético certificara su pase a la siguiente ronda de la Europa League con una victoria que, desde un principio, se antojaba más que factible debido a la evidente diferencia de potencial entre ambos equipos. Los colchoneros necesitaban también el triunfo para demostrar que seguían siendo un equipo fiable tras la derrota sufrida en Liga ante el Espanyol de Pochettino y para vengar el traspiés de la ida en Grecia . Sin los tres puntos la clasificación quedaba pendiente de la última jornada del grupo, en la que los de Quique visitan al Bayer Leverkusen. Quique alineó todo su potencial ofensivo para cerrar el partido y sellar el pase lo antes posible: Reyes, Simao, Agüero y Forlán fueron las balas con las que el entrenador rojiblanco buscó aniquilar a su rival.
En el Vicente Calderón todos pensaban en un partido tranquilo y sin sobresaltos, pero eso es mucho pensar siendo el Atlético de Madrid el que estaba en el terreno de juego. No se había consumido aún el segundo minuto de juego y un error en la salida de De Gea lo aprovechó el malagueño Koke para subir el primero al marcador tras un tiro al larguero de Javito. El tanto recibido dejó a los locales helados por lo inesperado. La polémica tampoco tardó en hacer presencia. El colegiado croata Ivan Bebek se tragó un clarísimo penalti cometido por Lazaridis al despejar con la mano un lejano disparo de Reyes. Los de Quique, que andaron algo desorientados sobre el césped, despertaron tras un derechazo a la madera de Simao que acertó a remachar Diego Forlán para devolver la igualdad al marcador. Tras el empate, la balanza se decantó de forma clara para el equipo local.
El dominio del balón y el control del partido tuvo desde entonces un único dueño, el Atlético de Madrid. El desconcierto se adueñó de la defensa griega justo cuando su rival comenzó a enlazar rápidas jugadas que le llevaron una y otra vez a las inmediaciones de Sifakis. Tanto fue el cántaro a la fuente que acabó rompiéndose. Justo al cuarto de hora del choque, Domínguez asistió de forma precisa a Agüero, que no desperdició la ocasión y batió con una definición perfecta al meta rival adelantando a los suyos por primera vez desde el comienzo. Aunque la victoria colocaba matemáticamente al Atlético en la siguiente ronda del torneo, el equipo madrileño siguió con la misma intensidad y la misma idea en su juego, el objetivo era lograr el tercero para evitar cualquier sorpresa de última hora. Y así fue hasta el descanso, el equipo español lo intentó por activa y por pasiva pero se acabó marchando a los vestuarios con la mínima ventaja que le otorgaba el 2-1.
La reanudación fue más que intensa. En el primer minuto del segundo acto una internada de Ujfalusi por banda derecha acabó con un centro que remató al larguero Diego Forlán. Todo pintaba bien para los locales hasta que Domínguez agarró dentro del área sin disimulo a Lazaridis en una jugada carente de peligro. Bebek no lo dudó y señaló el claro penalti que se encargó de transformar de nuevo Koke, consiguiendo su segundo gol de la noche y devolviendo el empate al electrónico. La reacción colchonera ante la igualada griega fue quizás excesiva y se mostró muy precipitado en sus jugadas. Los de Quique tenían la obligación de ir a por el tercero pero, eso sí, huyendo de las prisas y del fútbol directo. A media hora del final Forlán volvió a tener una buena ocasión en sus botas que se encargó de desbaratar Sifakis.
El Atlético de Madrid continuó dominando en todo los aspectos del juego, como hizo desde el comienzo del encuentro, menos en el marcador. La efectividad del Aris, que llegó dos veces y marcó en ambas, hacía daño al conjunto del Manzanares. A poco menos de veinte minutos, Quique decidió retirar a Simao para dar entrada a Diego Costa en lo que fue toda una declaración de intenciones del técnico local. Pero la jugada esta vez salió mal. A tan sólo nueve minutos del pitido final, una jugada de auténtica comedia en el área de De Gea con un carrusel de rechaces fue aprovechada por Lazaridis para sentenciar el envite. El equipo español lo intentó hasta el último suspiro, pero la reorganización defensiva griega fue una barrera insalvable para un Atlético que mereció la victoria y que se jugará su clasificación el próximo día 16 de diciembre en Alemania ante el Bayer Leverkusen, donde deberá ganar y esperar que el Aris no lo haga ante el Rosenborg.