Autocrítica del Málaga para salir del descenso

En el Málaga todos saben que no se están haciendo las cosas bien. Y ese es el primer paso para salir de la crisis de juego y resultados que atraviesa el equipo. Técnicos y futbolistas coinciden. Cada vez que se ven por detrás en el marcador, se hunden. En eso trabajan con insistencia en estos momentos, en recuperar la fortaleza mental de un grupo que se diluye ante la más mínima adversidad. Las dos últimas salidas evidencian esta realidad. El Málaga casi ha calcado ciertas situaciones en A Coruña y Mallorca, donde ha terminado 3-0 y 2-0 con el agravante de saber que no ha sido tan inferior a su rival como el marcador señala.

Ahora se apunta al Racing, un duelo directo y trascendental para no descolgarse demasiado en la tabla y ante un equipo que ya le saca cuatro puntos. El Málaga se está mostrando como un equipo blando en defensa, sin contundencia y que se desordena con facilidad. Se suele partir por el centro y no tiene un doble pivote fiable ni fijo. Ni contiene ni crea. Después, en ataque es un equipo romo. Le cuesta leer situaciones en las que debería sacar ventaja y carece de pegada, una de las señas que mostró en ciertas fases del arranque liguero.

Hoy descansará el grupo y mañana regresará al trabajo con la mente puesta en el Racing, primera estación para el resurgir del Málaga en una Liga en la que los dueños pretenden quedar décimos.

El chileno, con dificultades para dar con un once base y fiable

No están siendo fáciles para Manuel Pellegrini estos primeros días al frente del Málaga. El técnico está teniendo verdaderas dificultades para dar con un once tipo. Sobre todo, porque las lesiones le impiden contar con los jugadores más fiables de la plantilla. Ante el Mallorca tuvo que inventarse a Iván como pivote. También ha tenido que dar entrada casi inmediata a Duda, Rondón y Rubén, tres pilares del equipo que están lejos de su mejor forma. El chileno tendrá que dar lo mejor de sí mismo para paliar las carencias de la plantilla.