Liga BBVA | Panathinaikos 0 - Barcelona 3
Pedro y Messi no especulan
El Barça se asegura el primer puesto tras vencer en Atenas. Pep cambió a Piqué en vez de pedirle que forzara la roja. Diez partidos seguidos con gol de Leo.
El Barça hizo los deberes en Atenas a medio gas jugando a rebufo de la capacidad de Pedro y de Messi, dos que no conjugan nunca el verbo especular. El primero no entiende de trámites y disputa cada partido como si se estuviera jugando su primer contrato profesional y el segundo no conoce ni al vecino cuando hay una pelota por medio. La prueba es que ayer sumó su décimo partido consecutivo marcando. Al final, 0-3, primer puesto del grupo asegurado y a esperar al Madrid.
A pesar de que el 90 por ciento de la alineación que presentó Guardiola se correspondía al equipo de gala, al Barça le costó entrar en el partido. Del supuesto once que el lunes se medirá al Madrid, tan sólo descansaron Busquets y Abidal, entrando Mascherano y Adriano en sus puestos. Ambos, curiosamente, fueron los que mejor actitud exhibieron... junto a Pedro y al tal Messi. Al canario le da igual jugar Champions en Atenas, Copa en Ceuta o el Mundial en Sudáfrica. Lo único que sabe es que hace tres temporadas jugaba en Tercera.
El debutante Jesualdo Ferreira dispuso un esquema muy conservador en el que dejó a Cissé como un llanero solitario arriba buscando la espalda de Puyol y de Piqué. La ganó pocas veces, y cuando lo hizo se topó con un Valdés espléndido. El de L'Hospitalet también demostró estar en plena forma de cara a la gran cita que nos espera y que ya parece que nunca llega.
Sentencia.
Cuando el Barcelona daba más síntomas de amodorramiento, con Xavi e Iniesta demasiado quietos, con Alves corriendo en plan cabra loca arriba y abajo y Messi esperándola al pie, apareció Pedro. Un jugador que se caracteriza por ser el mejor aliado de Guardiola desde Tercera División.
Tras un churricorner sacado por Xavi, que rechazó la defensa local, Pedro controló el balón en la frontal, se apoyó en Alves y él mismo fabricó un espacio donde no lo había. Allí fue donde el brasileño le colocó un pase medido para que el canario pusiera el 0-1 en el marcador y acallara a una grada que se empezaba a venir arriba. Con ventaja, el Barça se sintió más seguro de su destino y Messi decidió apuntarse a la fiesta de manera activa. Empezó sorteando a cuatro rivales mientras remontaba la línea de fondo del campo y acabó marcando un golazo. La bestia puede parecer dormida, pero un zarpazo de Messi en sueños duele tanto como una ráfaga de metralla.
La segunda parte comenzó al mismo ritmo que la primera, pero con la sutil diferencia de que el marcador ya señalaba ventaja a favor del equipo blaugrana. Era cuestión de tiempo que el Barça empezara pensar más en el lunes que en la faena que tenía entre manos. Pero cuando el Barça pone la velocidad de crucero, lo más fácil es que vayan cayendo más goles a favor de obra. Y así pasó. Messi culminó una magnífica jugada coral y poco después, Pedro redondeó su magnífica actuación. Era momento de los cambios. Se fue Xavi, por protección, Adriano, tocado y ...Piqué, quien podría haber hecho la Mourinhada de provocar la expulsión para pasar limpio a la siguiente ronda. Pero Pep, como Messi y Pedro, es de los que no especulan. ¿Cuánto falta para el lunes?