Kun y Forlán asaltan Anoeta

Igual que los arbitrajes habían perjudicado al Atlético en las últimas jornadas, ayer las decisiones de Ayza Gámez beneficiaron a los colchoneros. Pero salvo en un tramo de la primera mitad, el Atlético fue superior a la Real Sociedad y mereció anoche el triunfo. Fue más ambicioso que el conjunto txuri-urdin y ganó tres puntos vitales para engancharse con los puestos que dan derecho a la Champions.

Lo de Real tiene mucho mérito porque con el mismo equipo que ascendió a Segunda se va a consolidar de nuevo en Primera. Pero si funcionan Agüero, Forlán, Reyes y Simao, el Atleti puede ganar a cualquiera.

La pausa.

Salió el Atlético a mandar en Anoeta. El propósito era claro: romper la maldición de no haber ganado nunca en Liga en el estadio que sustituyó al mítico Atocha. Los de Quique parecían los locales y la Real Sociedad se encomendó al contragolpe. Reyes quería ser protagonista con pases interiores de tiralíneas. Daba la impresión de que el Atlético contaba con más pausa, con un fútbol más elaborado.

Pero le duró once minutos a los colchoneros el manejo del partido. Justo hasta que Joseba Llorente, ese jornalero del gol, enloqueció al superar a Ujfalusi en un centro magnífico de Griezmann. Parecía que había sido gol del checo en propia meta, pero la alegría incontrolable de Llorente evidenciaba su convencimiento de que la había tocado el último.

El gol de la Real provocó que el Atlético zozobrara por el césped de Anoeta y dudara de sus posibilidades. Fueron minutos en los que apareció De Gea para anticiparse a Llorente con frialdad de cirujano, en una ocasión, y en otra, el constante ariete realista no llegó por centímetros a rematar un centro desde la derecha.

En el último cuarto de hora de la primera parte el Atlético se rehizo. Y tras el descanso siguió combinando y jugó mejor que la Real. Diego Forlán se pareció muchísimo al futbolista que fue elegido mejor jugador del Mundial 2010. El uruguayo se movió entre líneas, recibió y enganchó, se asoció con Reyes y con Simao y con el Kun, formando ese póker de jugadores que cuando aparecen es muy difícil que el Atlético pierda.

Los de Martín Lasarte encomendaron todas sus bazas al contragolpe. Y fue a la contra, tras una mano en su área de Tiago, como llegó el empate. De un penalti surgió el medido centro de Reyes al Kun, el regate del argentino y su pase de la muerte para que Forlán empatara. El Atlético no perdía la cara al partido, quería ganar. Diego Rivas no se bastaba para contener el buen juego colchonero y sin Griezmann, sustituido, la Real perdía potencial.

Pero el Atlético marcó el 1-2. Pase de Forlán a Ujfalusi, buen centro del checo para que el Kun, en fuera de juego, marcara. Y cuando quedaban ocho minutos y la prolongación llegó el 1-3. Otra vez participó Forlán y marcó Kun. La Real buscó el empate con ganas. Rivas acortó distancias con un golazo tras un fallo de Simao, al sacar el balón, impropio de su jerarquía. Estaba cerca el empate, pero el Atlético mató el partido con un jugadón genial de Reyes que acabó en penalti. Simao rubricó el fin del maleficio de Anoeta para el Atleti, que ganó anoche por primera vez en Liga en ese estadio.