El gol pasa de largo

Pocas veces un empate sin goles confirma tantas cosas al mismo tiempo. El resultado ratificó el momento actual por el que atraviesan Elche y Girona y dejó un sabor de boca diametralmente opuesto en los contendientes. Los ilicitanos seguirán, una semana más, dándole vueltas a la cabeza para encontrar la solución al jeroglífico en el que se ha convertido para los de Bordalás marcar un gol. Mientras, el equipo de Raúl Agné suma y sigue. Acumula ya cinco jornadas sin perder y aspira a mantener la media inglesa: ser inexpugnables en casa y arañar algún punto fuera como el que logró en el Martínez Valero.

El Elche volvió a mutar su alineación con el objetivo de poner fin a sus males. De salida, el técnico apostó por alinear a cuatro pivotes, desplazando a Wakaso a la izquierda y adelantando a David Sánchez. A la ecuación del trivote le salió respondón el rombo dibujado por Agné en la zona ancha. Sacrificó sus bandas para acumular jugadores por el centro y buscar por dentro alguna fisura entre los centrales. La única oportunidad en la que lo lograron fue antes de que se cumpliera el primer minuto de juego. Despotovic se plantó ante Caballero mientras muchos seguidores aún intentaban resguardarse de la lluvia en el estadio. El argentino sacó una mano milagrosa para enviar a córner su remate.

Las defensas se impusieron a las delanteras y el tráfico se acumuló en el centro del campo. El Elche sólo fue capaz de pasear la pelota en zonas cómodas y con pases horizontales. Sus primeros remates llegaron desde lejos, aunque ni Xumetra, ni Wakaso, ni Generelo tuvieron el punto de mira fino. Las dos oportunidades más claras las tuvieron David Sánchez y Bodipo. Primero el delantero cedió un balón de cara al centrocampista andaluz que, con toda la portería a favor, envió a las nubes. En la otra ocasión, se intercambiaron los papeles y Bodipo cabeceó alto la cesión de su compañero. Con pitos y sin goles se llegó al descanso.

Tras el paso por los vestuarios, el Elche dio un paso al frente, estuvo algo más incisivo y llevó el balón a las bandas buscando las incursiones de Xumetra y Wakaso. El ghanés saltó impetuoso y ensayó un par de arrancadas, pero poco más. Los ilicitanos pasaron a dominar la posesión pero no lo suficiente como para llegar con claridad al área y disponer de ocasiones claras para ganar. De hecho, la mejor oportunidad que tuvo para marcar llegó en un despeje con el pie de Santamaría que golpeó en la espalda de Linares, que presionaba al límite, y a punto estuvo de entrar en la portería. Ya en el tiempo añadido, Moha de falta y Palanca, tras una jugada individual, tuvieron las dos últimas opciones de romper con el empate, pero ayer el gol pasó de largo por el Martínez Valero.