Golpe de efecto de Catalán y Luis García para salir del hoyo

El Levante quiere salir del bache liguero y ayer se arremangó para pelear en dos frentes: el deportivo y el estamental. Luis García está totalmente convencido del trabajo que está realizando con la plantilla pero recurrió ayer a un viejo ritual para tomar impulso: reunió a los jugadores alrededor de una paella para hacer piña y sacar de su cabeza el mínimo atisbo de pesimismo que puedan albergar. Por su parte, Quico Catalán, aprovechando su visita a la RFEF por el sorteo copero, se encerró con Ángel María Villar para mostrarle su preocupación por los arbitrajes recibidos.

Ambos presidentes estuvieron reunidos durante más de una hora y, en este encuentro, aunque Catalán le reiteró a Villar que no van a levantar la voz públicamente para criticar a los colegiados, sí que le constató que las actuaciones de éstos ya le están quitando el sueño al equipo azulgrana, sobre todo por los errores sufridos ante Depor y Málaga. Frente a los gallegos, el árbitro no vio una mano de un defensa blanquiazul en el área y le anularon al Levante un gol en dudoso fuera de juego de Stuani. En La Rosaleda, el colegiado no detuvo el juego pese a estar Juanlu en el suelo tras recibir una dura patada. Luis García le había pedido a Catalán que mostrara su queja por los arbitrajes y, aunque no ha sido de manera pública, ayer se produjo.

Mensaje. Por su parte, el entrenador está más que contento con la respuesta que ha tenido la plantilla a la hora de trabajar esta semana. El discurso que les ha trasladado el madrileño a sus futbolistas es que el trabajo es bueno y no deben desanimarse porque los frutos llegarán. Luis García está acostumbrado a inicios flojos y finales con fuerza y quiere que los suyos tengan la misma fe.