Forlán renace con un doblete

Se esperaba a Forlán. Y Forlán renació. El uruguayo es un intangible para el Atlético. El equipo rojiblanco depende de sus goles, y de los de Agüero, para instalarse en su lugar en el mundo, que no es otro que los cuatro puestos que dan derecho a jugar la Liga de Campeones. Ayer volvió a marcar Diegol y ganó.

La diferencia entre el Atlético y cualquier equipo, exceptuando Madrid y Barça, la marcan Forlán y el Kun y, a veces, Reyes. Ayer regresaron y el Atleti volvió a ganar. Osasuna siempre dio la cara, pero entre su falta de pegada y la aparición de De Gea cuando la tuvo, se volvió a Pamplona con tres en el saco, que no fueron más por culpa de Ricardo. Un Atlético eléctrico y vertical consiguió tres puntos muy necesarios.

Desparpajo. El derbi dejó rescoldos en la alineación de Quique. El técnico premió el derroche de Valera y siguió de lateral y, lo más sintomático, mantuvo a Mario Suárez en el eje de creación y destrucción junto a Tiago, dejando fuera por segundo partido liguero consecutivo a Assunçao. Toda una declaración de intenciones, de querer tener la pelota y hacerla circular. Aún no tuvo tanta posesión como aspira el técnico, pero Mario hizo un gran partido.

Osasuna salió a lo suyo. Fútbol directo y de segunda jugada, balones arriba desde los buenos saques de Ricardo para que Soriano prolongue o la deje a la incorporación de los medios y apertura a banda para que Juanfran, un extremo de los de antes, pegado a la cal con calidad y lucha, y Masoud, un virtuoso más propio del fútbol sala, asistan a ese portento físico que es Aranda.

Le costó al Atlético enganchar con sus delanteros y crear ocasiones. Juanfran había disparado por encima del larguero un rato antes de que Forlán avisará que estaba volviendo con un disparo al exterior de la red. El Kun también quería aparecer y se encontró con el pecho de Ricardo, que volvió a realizar otra gran parada a Reyes un minuto antes de que se adelantará el Atleti.

Fue en el minuto 26 cuando se produjo el resurgir goleador de Forlán. Agüero se llevó a dos contrarios, conectó el remate, Ricardo no la embuchó y ahí estaba el cazagoles uruguayo para remachar a la red.

Osasuna había podido adelantarse en el marcador dos minutos antes con un cabezazo de Lolo al que respondió con solvencia De Gea. Los de Camacho siguieron a lo suyo, pese a ir con el marcador en contra y Aranda se guisó solo un jugadón, pero De Gea no se comió el gol y realizó otra parada de superclase.

El Atlético quería más. Tiago cabeceó y el portero de Osasuna volvió a demostrar que próximo a los 40 es uno de los mejores cancerberos de la Liga. Pero nada pudo hacer Ricardo cuando Forlán dio el pase de la muerte medido por arriba para que el Kun cabeceara y convirtiera el 2-0 y el partido se fuera al descanso, con Osasuna intentándolo siempre.

En la reanudación, Camacho sacó a su equipo a reducir distancias y se encontró siempre con un inspirado De Gea. Y el Atlético se sintió como pez en el agua lanzando siempre peligrosos contragolpes. Osasuna se quedó con diez por la rigurosa segunda amarilla a Monreal en el minuto 59.

Forlán zanjó su caso, si alguna vez existió, con un segundo gol de bandera, tras un derechazo imparable que se le coló por el ángulo a Ricardo. El uruguayo ha vuelto.