Jorge Molina tumba al Xerez

Dicen que este Betis es el Real Madrid de Segunda y parece un paralelismo con cierto sentido. Será porque tiene jugadores de nivel, decisivos en cualquier momento, y porque gana casi siempre. De hecho lleva seis de seis en Heliópolis, unas veces con superioridad y otras, no tantas, con sufrimiento y basando su triunfo en un gran portero y en un espectacular delantero. Salvando las distancias, que son siderales, más o menos cuando a Casillas le da por parar y a Cristiano Ronaldo por destruir a su rival a base de goles. Esto último le ocurrió ayer ante un magnífico Xerez, que se volvió de vacío por la A-4 y con la cara de tonto. No pudo hacer más para ganar y al final ni siquiera se llevó un punto. También hay enfado por la actuación de Trujillo Suárez, sobre todo por el penalti que significó el 1-0 y por la no expulsión a Nacho en la jugada previa al 1-1. Lo que muchas veces critican los equipos que pasan por el Bernabéu.

No es que Goitia se convirtiera en Casillas ni Jorge Molina en el astro portugués, pero ayer ambos tuvieron mucha culpa de que este Betis sea más líder y que cada vez esté más cerca del ascenso. Un éxito más o menos como si el Real Madrid ganase la Liga. Sus apariciones fueron decisivas para noquear a un rival ambicioso y que murió con las botas puestas, al que no se le puede criticar mucho, quizás su falta de gol en momentos puntuales. Porque Cordero tuvo el empate en la prolongación y José Mari en varios remates delante de Goitia, pero ninguno de los dos tienen el olfato de Jorge Molina. Por algo el Betis va lanzado hacia el ascenso y en el Xerez, a pesar del buen juego, hay muchas dudas.

La derrota en Heliópolis volverá a dejar a Javi López medio tocado, y es que de nada le vale a un equipo dar buena imagen si luego te eliminan de la Copa y sumas otra derrota en la Liga. En esto del fútbol, los puntos te dan la vida y si no los tienes, te suelen dejar sin trabajo. Esto mismo no le faltará a Pepe Mel, un técnico espectacular que siempre da con la tecla y nunca se calla lo que mucha gente se callaría. Por eso tiene a este Betis enchufado y cada día que pasa con más pinta de ascender a Primera. Ya no echa en falta ni a Emaná...

Vibrante.

Salió un choque de ida de vuelta, sin frenos y muy del agrado para el espectador. De esas veces que no te importa pasarte la tarde del sábado en casita viendo un partido de fútbol sin echar de menos dar una vueltecita por la calle. Al minuto uno, el Xerez ya había asustado dos veces a Goitia, una señal de que el encuentro iba a tener mucha tela para el Betis. Y así fue. El equipo azulino se apoderó del balón y no permitió a Salva Sevilla conectar con Rubén Castro y Jorge Molina. Pero este Betis es el mejor equipo de la categoría y en dos chispazos cambia un partido. El ex del Rayo tuvo el 1-0 en sus botas, pero hizo lo que no ha hecho este año, fallar ante el portero rival. No erró después su compañero desde los 11 metros, en un penalti dudoso de Moreno sobre Isidoro al más puro estilo baloncesto, de esas veces en las que el defensor busca la falta en ataque y se mueve para obstaculizar a su rival.

Le dolió este gol al Xerez más por la forma que por el resultado, pero también le sirvió de acicate para mejorar tras el descanso. Presionó como nunca y jugó como pocos habían visto por Chapín esta temporada, hasta que José Mari se fabricó un penalti que bien pudo mandar a Nacho a los vestuarios. Le dijo Mel al ex del Betis al finalizar el partido que con estas ganas estarían arriba en la tabla y no le falta razón. Pero no todos los domingos tendrán al Betis enfrente para crecerse. Óscar Díaz empató pero el equipo de Mel no acusa los golpes. Jorge Molina avisó dos veces en un minuto y ya cuando muchos xerecistas pensaban irse con alegría, el alicantino se fabricó un gol con clase. No lo hizo Cordero ante un sensacional Goitia y el Xerez lo pagó caro, con otro gol de Molina en su mejor día como jugador del Betis. Un nueve de Primera, lo mismo que huele este Betis.

Homenaje de la afición local al azulino Capi

Capi regresó ayer a la que casa donde se hizo futbolista y tuvo una tarde llena de elogios. Primero recibió un homenaje, con placa incluida, por parte de los aficionados del Betis y se llevó una gran ovación cuando saltó al terreno de juego antes de la segunda mitad. Luego el resultado no le fue favorable.