El derbi de Capi... y Oliver

Luis Oliver se asomó ayer por la Ciudad Deportiva del Betis a saludar empleados, finiquitar asuntos y vivir, en sus propias palabras "uno de los últimos días como verdiblanco antes de volver a casa", algo que hará tras la Junta de Accionistas del 14-D. Hasta ahí la melancolía en el discurso del empresario navarro. Luego llegó el rencor al referirse a su rival de esta tarde, el Xerez. En la capital del fino pasó Oliver tres años de ascensos, deudas y peleas, la más sonada con el ex alcalde Pacheco. "Pero allí subí de Segunda B y casi a Primera", corrige el ahora consejero deportivo del Betis con aspereza, tanta como para asegurar que de corazones divididos nada, que quiere que en el derbi andaluz de esta tarde, su derbi, gane el equipo de casa... Y por 5-0, si puede ser.

Sin Emaná.

Mel se conforma con el 1-0. Con otra victoria, la sexta de seis en casa y mantener como mínimo la ventaja de cuatro puntos al tercero. Teme el entrenador verdiblanco que su equipo se lo crea, contagiado por la euforia de haber eliminado al Zaragoza en Copa, que pierda la noción de su auténtica realidad: ascender a Primera. Teme, aunque en La Romareda no se notó, que sin Emaná (lesionado) el Betis pierda caché y sobre todo punch. Para evitar eso dispone de Rubén Castro (11 goles en 14 partidos de Liga y Copa, héroe el miércoles) y de Jorge Molina, vigente pichichi de la categoría pero que volvió de una lesión con la pólvora mojada. Jorge tiene hoy otra ocasión para redimirse.

Betis sin Emaná, Xerez sin Mario Bermejo. El delantero más caro de los azulinos se lesionó hace dos días y el técnico Javi López tratará de dar la campanada jugando en punta, sí o sí, con algún viejo conocido y/o enemigo de los verdiblancos. Empezará José Mari, que salió tarifando de Heliópolis, y aguardará la ocasión Antoñito, sevillista declarado. También en el banquillo espera su oportunidad Jesús Capitán, Capi, histórico de los últimos tiempos béticos que harto de críticas y loperismos se marchó a vivir a 80 kilómetros de Sevilla. Para Capi no habrá rencor (si marca, callará) y sí homenaje, sí sentimientos encontrados, sí divisiones del corazón.

El detalle: El navarro: "Al Xerez hay que meterle cinco"

"Por mí que le metamos cinco al Xerez", afirmó ayer Luis Oliver al preguntársele si tendría el corazón dividido esta tarde. Será el primer derbi de dos seguidos para el navarro, pues también mandó en el Cartagena, lugar al que viaja el Betis la semana que viene: "Yo puse 100 millones para salvar al Cartagena, lo que pasa es que es más bonito para algunos vender una leyenda negra", asegura el empresario.