Real Madrid | La intrahistoria
Tranquilo, cercano y con sólo la Sub-16 en su currículum
Aitor Karanka recibió en junio la llamada de Mourinho sorprendido. No lo esperaba, ni mucho menos. El técnico portugués quería un antiguo jugador de la casa como segundo entrenador -algo que repite en todos los clubes en los que está- y pensó en él por su juventud y serenidad. El vitoriano acababa de regresar de Liechtenstein, donde había sido la mano derecha de Ginés Meléndez en el Europeo Sub-17, y no dudó a la hora de dar un salto de gigante en su corta carrera.
Realmente su cometido en la FEF desde que le contratara Fernando Hierro era dirigir a la Sub-16, una categoría complicada porque en ella no se compite de modo oficial, sino que consiste en preparar a los más jóvenes mediante entrenamientos y torneos amistosos. Aún así, en poco tiempo se ganó el cariño de todos por su cercanía con la gente y su tranquilidad a la hora de tomar decisiones. Su debut en los banquillos fue el año pasado en el Torneo de Santarem, en Portugal, y acabó de la mejor forma posible, con victoria española.
Ya entonces se vio que su forma de dirigir es diplomática y pausada, siempre dialogante con el jugador y con un perfil bastante menos intenso que el de Mou. Un carácter integrador y pacífico que ya se echa de menos en Las Rozas.