416 kilómetros soñando con un milagro en grana

Tres y media de la tarde, parking de la Nueva Condomina. La plantilla del Murcia se sube al autobús de la Copa, el de la ilusión, el del sueño del Murcianazo y uno de los más jóvenes del grupo, el fuengiroleño Góngora termina su intervención en la SER con este elocuente mensaje: "Pisha, claro que se puede. Son humanos, no máquinas, vamos a por ellos". Ovación cerrada y cuatro horitas y media (con parada incluida en Honrubia) de trayecto para ensoñaciones coperas, para repartirse las camisetas que, acabado el partido, cotizarán como el mejor de los trofeos de guerra y, también, para acostumbrarse al atracón de peticiones de entrevistas que se les vienen encima a los murcianistas hasta que el balón eche a rodar en la alfombra de Chamartín.

Una tarde lluviosa en carretera desde Murcia hasta Madrid, pasando por La Mancha, que los más veteranos de la topa grana, como son los casos de Iván Amaya, Richi y Óscar Sánchez, intentaban contagiar de una calma que ni ellos eran capaces de administrar al resto, a los jóvenes como Aquino, como el venezolano Dani Hernández, como Carles, el Gattuso grana que hoy, como sucediera en la ida, se pegará literalmente a los galácticos de Mou. "Son muy buenos y esa es la única forma de pararles... pero sin violencia", aclara el mediocentro cedido por el Valencia de Emery.

Intentado vender tranquilidad, de nuevo Góngora sale a escena: "Chavales, que este viaje es como el del domingo pasado a Ceuta. Bueno, un poquito más corto y mucho más cómodo...". Risas y más sueños.

Ocio.

También hubo tiempo para repasar los periódicos deportivos, con AS a la cabeza, lecturas en los menos casos y las recurrentes cartas (gana el póker como en tantos otros vestuarios). Y ya, de fondo, el atasco que anuncia la entrada del autobús de la ilusión en la maraña de Emes que circunvalan Madrid.

Ya en el hotel Sanvi, cámaras de televisión, cazaautografos, expectación y esa sensación desconocida de sentirse en el foco. Cosas de llegar al Bernabéu. Si hay Murcianazo, la locura continuará.

Entrenamiento en Valdebebas

Con el objetivo de evitar que los nervios se instalen entre los suyos y que la jornada se les haga eterna, Iñaki Alonso ha programado una sesión de trabajo hoy en Valdebebas (10:30h.). Una forma de tenerlos entretenidos durante una mañana en la que los murcianistas atenderán a familiares y medios de comunicación en un síntoma de la normalidad que quiere trasladar a los suyos el técnico de Durango. Un Iñaki Alonso que contará con el apoyo en las gradas de su cuadrilla: desde tierras vascas llegarán para animar al Murcia en Chamartín.