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El portero de China califica de "bastardos" a la afición
Tras las duras críticas contra él por la derrota ante Japón, Wang Dalei se desahogó en su blog con la prensa y los hinchas: "Estáis atacando a alguien cuando está caído, bastardos" dijo.
Una derrota por 0 a 3 de la selección china de fútbol ante su gran rival, Japón, ha derivado en una enorme trifulca en el balompié nacional, sobre todo después de que el portero del equipo no aceptara las críticas recibidas y calificara a los aficionados y periodistas chinos como "idiotas" y "bastardos".
"Id a vuestra casa y contad cuántas piezas de cuero tiene un balón. Estáis atacando a alguien cuando está caído, bastardos, y por eso el fútbol chino es un desastre", aseguró el cancerbero Wang Dalei en su microblog, según la agencia oficial Xinhua.
Wang, de 21 años y recién incorporado a la selección, fue culpado de la "humillación" recibida por los chinos en su debut en los Juegos Asiáticos de Cantón, e incluso fue calificado de "jugador de voleibol" en la retransmisión del partido en la televisión nacional china.
De acuerdo con el portero, que milita en el Shanghai Shenhua, "de los 7.000 periodistas de fútbol que hay en China, 4.000 odian este deporte".
"No soy Spiderman", añadió, en respuesta a las burlas por la inseguridad de sus paradas, para concluir que sus críticos "no saben nada de fútbol".
Tras la publicación de estas encendidas palabras, Xinhua intentó pedir explicaciones al portero, quien aseguró no haber utilizado insultos en sus afirmaciones, aunque a continuación aseguró que le importaba "una mierda" lo que el resto de la gente diga de él.
El partido entre China y Japón había creado ya antes de ser disputado mucho nerviosismo, debido a la rivalidad histórica y política entre los dos países.
La policía consideró el encuentro, disputado el pasado domingo, como de alto riesgo, hasta el punto de que rodeó a la pequeña afición japonesa que acudió a verlo (unas 150 personas) con un dispositivo de 100 policías, casi uno por cada hincha nipón, que después les escoltaron a un autobús a la salida del estadio.
Los propios aficionados nipones, muchos de ellos empresarios con residencia permanente en Cantón (ciudad donde se disputó el partido) consideraron exagerada la medida y aseguraron no sentirse amenazados por los 60.000 aficionados chinos que poblaban el recinto deportivo.
El partido forma parte de la competición de fútbol de los Juegos Asiáticos, una modalidad continental de las Olimpiadas que se inaugura el próximo viernes en la ciudad cantonesa (como suele ocurrir en los JJOO, los partidos de balompié se han iniciado días antes de la apertura oficial del evento).
Estos Juegos son considerados como el tercer gran evento internacional de China en los últimos años, tras las Olimpiadas de Pekín 2008 y la recién clausurada Expo de Shanghái.
También como la oportunidad de la tercera gran ciudad del país, Cantón, de demostrar que puede igualar en espectacularidad y organización a sus "rivales" pequineses y shanghaineses.