Internacional | Inglaterra
El dueño del City está cansado de Mancini
El vestuario está dividido y el juego es conservador.
Desde la llegada del jeque Mansour al City hace dos años, el club inglés se ha gastado casi 400 millones de euros en fichajes. El aterrizaje este verano de un grupo de futbolistas jóvenes y de talento (Silva, Boateng, Adam Johnson, Kolarov, Milner, Balotelli) sugiere un plan a medio plazo y la ambición de conquistar títulos. Pero, como es lógico en una transición tan salvaje, hay víctimas. El vestuario, por ejemplo, está dividido en varias facciones y se nota en el campo.
Mancini es en parte responsable del desencanto de muchos futbolistas, con unos métodos que están siendo discutidos e incapaz de manejar un vestuario al que le sobran Bridge, Wright-Phillips, Santacruz y hasta Adebayor, todos en venta. No ha logrado hacer un sentimiento de equipo, el entorno del dueño duda que el fútbol conservador sea el ideal para superar al United o al Chelsea y depende en exceso de Tévez, con morriña de su patria.
El City perdió tres partidos seguidos antes de la victoria ante el West Brom del domingo pero ni siquiera estos tres puntos han conseguido dispersar los rumores sobre el futuro del preparador. Si se vence al United mañana (sin Balotelli, sancionado con tres encuentros) se acallarán durante unos meses, pero en la directiva se estudia al candidato ideal para reemplazarle. Este verano se sondeó a Mourinho y ahora se habla de Martin O'Neill. Mientras, Silva mejora su inglés y aporta pausa y calidad en un sistema que no le favorece.