Novo, gol 'made in' Ibrox

Nacho Novo regresó a España este verano después de una brillante carrera en Escocia. Estrella del Rangers, ídolo en Ibrox, pero casi un desconocido en su país. Del Huesca (Tercera) al Raith Rovers y de ahí al Rangers previo paso por el Dundee. Era alguien de quien se conocía su existencia, que salía en algún resumen de Champions y UEFA. "Ah, mira, ese chico que ha marcado es español". El gallego tenía una cuenta pendiente: ser alguien en la Liga. Ayer en el Mediterráneo rompió su sequía después de marcar una volea espectacular. Se fue corriendo a abrazar a Preciado y al Brujo Quini, leyenda del gol. Su tanto, el primero de esta nueva aventura, hacía justicia al trabajo y el empuje del Sporting, que empató a un Almería que es incapaz de ganar en el Mediterráneo.

Coinciden Preciado y Lillo en que si alguien mereció ganar, fue el Sporting. Y es curioso, porque la primera mitad acabó con una conclusión bien distinta. El Almería dominó, quiso el balón y la iniciativa. En especial por Corona y Piatti, que se asociaron para fabricar el 1-0. El mediapunta conectó con el argentino, que asistió desde la banda al propio Corona, que venía continuando la jugada. El talaverano le pegó con la zurda de primera. Algarabía.

Con el viento a favor, el Almería monopolizó el juego y las ocasiones. Uche cabeceó fuera un balón que era el 2-0. No era su tarde. El Sporting parecía confundido y tampoco logró que ninguno de sus tiros fuese entre los tres palos. Sólo se acercaron al gol por unas posibles manos de Juanma Ortiz que reclamó con vehemencia Novo y un balón que peinó Diego Castro de cabeza con el tiempo cumplido y que se marchó suave por encima del larguero de Diego Alves.

Cambio de papeles.

Si el Almería aún no ha ganado en casa y el Sporting no lo ha hecho fuera en nueve meses, quizá se debe a su inconstancia. Les cuesta completar un partido redondo. Como el levante vencido por el poniente, el balón cambió de orilla. El Sporting ganó metros a la salida de la caseta. Se creyó capaz de ganar y comenzó a poner en dificultades a Diego Alves, que estaba teniendo una tarde plácida. Sin concretar ocasiones pero creciendo en sensaciones, el Sporting arrinconó al Almería, que apenas tuvo un acercamiento de Piatti y una chilena fallida de Uche antes de perdonar la vida a los gijoneses. Fue el propio Piatti, que se quedó delante de Juan Pablo tras un pase de UIloa.

El golpe de gracia fallado por el argentino tuvo un minuto después la respuesta de Novo y su volea. Con el empate en el bolsillo, De las Cuevas monopolizó la pelota. Hizo alguna diablura y mandó un tiro al poste. Pero tocaba empate. Porque unos nunca ganan en casa. Ni los otros fuera.