NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Europa League | Sevilla 4 - Karpaty 0

El Sevilla se pone en paz

Despachó a un debilísimo Karpaty en la primera parte y olvidó Barcelona . Ya es líder de grupo. Espectacular Capel, bien Alfaro Golazo de Cigarini

<b>UNO DE LOS TRIUNFADORES. </b>Alejandro Alfaro celebra uno de sus goles anoche ante el Karpaty.
UNO DE LOS TRIUNFADORES. Alejandro Alfaro celebra uno de sus goles anoche ante el Karpaty.

El Sevilla alivió anoche su conciencia, intranquila desde el sábado cuando le puso una alfombra roja al Barcelona. Lo hizo con una goleada aplastante, cómoda y revitalizadora ante el Karpaty, un desastre de equipo que desmerece la Europa League. Después de lavar en el vestuario las miserias que dejó el desastre del Camp Nou, el Sevilla se tomó el partido con una profesionalidad admirable y a pesar de las ausencias de sus vacas sagradas (Luis Fabiano y Kanouté no fueron titulares, Navas no está) divirtió de lo lindo a su gente, que se lo pasó bien con los niños que ha visto crecer. La primera parte de Capel fue perfecta. Era difícil explicarse su ostracismo en los últimos meses, incluso con Perotti a buen nivel. El de Albox es un jugador intenso, no se borra nunca y detrás de ese traje de jugador heterodoxo hace muchas cosas. Y muchas bien. No es imprescindible llevar la cabeza levantada para dar buenos centros. O para intuir pases de tiralíneas. A Capel la fama de chupón le ha perjudicado. Pero ha seguido siendo el mismo. Y cuando juega más de dos partidos, está como una moto. Capel fue una pesadilla para Fedetskiy y sólo le faltó el gol para coronar su actuación. Para marcar estuvo Alejandro Alfaro, otro canterano que pinta a algo más que suplente de Navas. Sigue a examen.

No puede ocultarse. Ayer fue un día para lucirse. El Karpaty dio diez o doce patadas escandalosas, pero eso no significa saber competir. Y, menos, saber defender. Debe ser duro para su entrenador, Oleg Kononov, llegar cada mañana a un entrenamiento y tener la certeza de que nada servirá. El Karpaty es rudimentario, arcaico, no conoce los secretos básicos del juego. Ya lo había enseñado en Ucrania. Fue presa fácil para el Sevilla y para la pizarra de Manzano, que ya había advertido la debilidad del rival. Por eso cambió piezas y le concedió la dirección a Luca Cigarini, que no tuvo un gran peso en la victoria pero dejó una delicatessen. Un excelente gol de falta directa que le descubre como especialista. Otro recurso para Manzano, pero de un regista con el pedigrí que se le suponía se espera algo más. Clase tiene, pero se comporta como un jugador disperso.

Así que el Sevilla se arregló consigo mismo en 45 minutos (3-0). El segundo tiempo fue para tirarlo a la basura. Negredo, en forma, también resolvió su día en la oficina con el cuarto gol y el partido se quedó sin ritmo y con un par de preocupaciones. Si el Sevilla iría a hacer sangre y si terminaría la jornada líder (esperó hasta el final el 0-0 del PSG-Borussia Dortmund).

Fue un buen día para pensar en el equilibrio. Es evidente que el Sevilla tiene jugadores de talento (Cigarini, Romaric, José Carlos) a los que no acompaña el físico y otros con músculo pero nada creativos. El reto para Manzano es sencillo: encontrar un equipo que lo combine. Pero, sobre todo, que compita. Nadie debe equivocarse. El ideal es competir en el Camp Nou, no meterle cuatro al Karpaty. Eso son migajas para la ambición del Sevilla. Su vara de medir es otra. Pero es cierto que ayer necesitaba darse una alegría. Y el que más se gustó fue Capel. Igual Del Bosque no tenía tan mal ojo.

ganar en parís o jugársela

La clasificación del grupo deja al Sevilla líder, pero PSG y Borussia Dortmund tienen tres puntos más asegurados porque se enfrentan al Karpaty. El Borussia llegará con ocho puntos y al Sevilla le bastaría el empate para pasar. Pero si gana al PSG, será primero seguro.