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Liga BBVA | Racing

"Se sufre sin jugar pero ni me rindo ni me quiero ir; mi momento llegará"

Las tertulias del Gambrinus con... Iván Bolado. Se ha convertido en suplente crónico y eso no le gusta nada porque es un ganador nato. Acabó el pasado curso siendo fijo pero en éste no cuenta para Portugal. Está herido. Que no muerto.

<b>A LA ESPERA. </b>Iván compartío mesa y mantel con los redactores de AS, a los que les dejó claro que ahora sólo le queda seguir trabajando.

Iván Bolado Palacios (Santander, 3-7-1989) es el niño prodigio del Racing. Aunque no juegue. O a pesar de que sólo con Marcelino haya sido capaz de encadenar tres partidos (y no más) seguidos en Primera; bien por las lesiones o por las decisiones técnicas. Sus espectaculares goles de rabona (Montjuïc) o chilena (San Mamés), y la importancia de aquel tanto que permitió a su equipo entrar en la UEFA por primera vez, no ha caído en saco roto a pesar del paso del tiempo. Por eso, es de los pocos jugadores de la plantilla que tienen el privilegio de escuchar con frecuencia cómo la grada de El Sardinero corea su nombre.

"Eso es lo que más fuerza me da para seguir peleando. El cariño de los aficionados. Estoy orgulloso de llevar el '9', como soñé de niño, y quiero hacer muchos goles para ellos".

Sin embargo, a este joven delantero no le gusta vivir del pasado y cruza los dedos para que su actual ostracismo finalice cuanto antes:

"No lo estoy pasando nada bien, como cualquier futbolistas que no juega. Se sufre pero no me rindo. Nunca lo he hecho. Sé que mi momento llegará antes o después".

A pesar de no vivir días felices, Bolado acude a la llamada de AS porque le encanta hablar de fútbol y, por qué no, también como terapia. Aunque no se descarta que acepte esta entrevista porque se ha corrido el rumor de que Gambrinus, en general, y Miguel Martín, en particular, dan de cenar mejor que nadie. Pero no piensen que Iván comparte mesa y mantel con periodistas para rebelarse contra el entrenador, al que respeta, para exigir una oportunidad, que espera, o para rajar de aquellos que, gozando de todos los minutos que él no tiene, no marcan los goles que deberían. No es así.

"Cuando el club hace un gran esfuerzo por fichar delanteros de fuera uno ya sabe que, de inicio, están por delante de él. No me sorprende que Portugal tenga sus prioridades y confíe más en Rosenberg o en Ariel. De lo que estoy seguro es que yo no he hecho nada mal para no jugar. Esto sólo acaba de empezar y queda mucha temporada".

Análisis exhaustivo.

Sólo ha participado en este curso en 54 minutos en Liga más otros siete en Copa. Poco tiempo para demostrar su valía:

"Cuando he tenido la ocasión de salir no he hecho las cosas que sé. Y eso que estoy físicamente bien y no me acuerdo nada de la lesión de rodilla. Juego con timidez. Con miedo a equivocarme. Eso sí, nunca salgo con los brazos caídos, aunque suelo entrar al campo cuando el partido está decidido. Aún recuerdo la ocasión que fallé en Villarreal. Cuando uno no tiene confianza".

Bolado analiza este arranque de Liga y explica los motivos de los apuros sufridos que hizo temer lo peor:

"El calendario de Liga ha sido durísimo al inicio y no hemos tenido suerte al finalizar. Porque hemos llegado más que nunca al área rival...".

Y bromea:

"Yo, como no tengo ocasiones para fallar, tampoco puedo hablar mucho de los motivos".

Su sentencia es optimista.

"Hay plantilla para no pasar apuros porque hemos mejorado. Llegamos con frecuencia al área y con más gente".

En Madrid lo pasó mal desde la grada. Fue el descarte:

"No lo hicimos bien en el Bernabéu. No te esperas perder así pero es que el Madrid te barre. ¡Cómo define!".

Ante Osasuna, se mejoró:

"No creía que íbamos a ganar tan fácil por lo que nos jugábamos y porque ellos son correosos. El ambiente en el vestuario mejora si se gana".

El sábado toca Anoeta y, aunque sabe que no jugará de inicio, surge el debate sobre cuál es su puesto en este equipo y si prefiere un sistema con uno o dos delanteros:

"Yo soy más un 'diez', no un delantero centro. Me gusta jugar por detrás del punta. Puedo hacerlo con Ariel y con Rosenberg. Lo que más me gusta de ellos es cómo la aguanta uno y como dispara el otro. Son dos buenos delanteros".

También aparece un tema que da que hablar. ¿Qué debe hacer Benzema II (sus casos son similares) para tener una oportunidad como titular?

"Lo que no voy a hacer es volverme loco en los entrenamientos, tirarme por el suelo, correr más de lo que ya lo hago, dar patadas; volverme loco en definitiva. No sería yo. Eso vale para que esté físicamente bien pero aquí lo que cuenta es lo del domingo. En general, los entrenadores ya saben tras el partido cuál va a ser el próximo once. Me entreno bien, pero reconozco que no soy Pinillos o Munitis. Sin embargo, no comparto la opinión de aquellos que dicen, sin verme, que no trabajo bien. Cada uno tenemos nuestras cualidades pero me entreno bien".

Varios sueños.

Disimula pero se le iluminan los ojos cuando pronuncias un nombre: Córdoba. Sabe que el próximo martes puede ser su noche.

"Allí no merecimos perder. Ni mucho menos. No jugamos peor que ellos. Claro que se puede superar la eliminatoria y hay que darlo todo porque la Copa es una competición que nos atrae mucho. Ojalá pueda jugar pero con Portugal no hablo de esas cosas. Yo no soy de pedir explicaciones y creo que él tampoco es de darlas".

De la Sub-21 también hablamos. Otro reto para él.

"La única vez que fui convocado, marqué. En Irlanda. He mojado cada vez que he debutado con un equipo de la Selección en categorías inferiores. Ahora están yendo grandes jugadores como Bojan o Adrián va, pero creo que yo también puedo hacerlo. Ahora, para que eso se produzca sé que debo jugar en el Racing. Si lo consigo, tengo las puertas abiertas para volver a ir citado". Portugal, usted tiene la llave.

La última pregunta es inevitable una vez que la mesa reposa tras haber engullido unas deliciosas anchoas con pisto y spaguetti, ensalada de perdiz, marmita de pulpo y bacalao con hongos. ¿Y si continúa sin jugar, Iván, qué hará?

"Seguir trabajando. No me planteo irme. Repito, mi oportunidad tiene que llegar".