EUROPA LEAGUE | GETAFE 0 - STUTTGART 3
El Getafe vaga malherido por Europa
Los azulones caen ante el Stuttgart en un pésimo partido. Marica adelantó desde la frontal en la primera parte. Gebhart y Harnik cerraron la cuenta teutona en el segundo acto. Correcto debut de Sardinero. Ahora el Getafe debe ganar todo y esperar tropiezos del Young Boys.
El Getafe, por suerte, va a malvivir en el grupo H de la Europa League. Y va a malvivir gracias a terceras personas, a los futbolistas del Odense que sí hicieron los deberes ante el Young Boys, porque los azulones cayeron estrepitosamente ante el Stuttgart en un partido de trascendencia vital para sus intereses y jugado casi en familia (1.500 espectadores getafenses). Casi sin querer, los teutones se vuelven con una goleada en forma de balón de oxígeno para la competición doméstica. Marica, Gebhart y Harnik destrozaron casi por completo las aspiraciones europeas de un Getafe desarbolado, sin ayudas en defensa y oscuro en la creación.
Getafe y Stuttgart viven películas diferentes pero sensaciones parecidas. Los dos agonizan en una competición y mantienen la cabeza bien alta en la otra. Los azulones debían apretarse hoy los machos ante un Stuttgart lanzado en Europa, mucho peor está en Bundesliga, porque ya no había tiempo para recular. A falta de público, de uñas con el presidente por el precio de las entradas, el Getafe se arropó con el ímpetu de Colunga. El asturiano cargó con el peso del ataque con velocidad en la conducción, verticalidad y con ganas de marcha. Eran los primeros minutos de tanteo y el Stuttgart, sin prisa alguna por su cómoda situación, estudiaba al rival a la espera de un síntoma de debilidad. Y así fue, no necesitó analizar al paciente, él solo descubrió una patología localizada en la zaga, concretamente entre Víctor Sánchez y Kas.
El carril diestro del Getafe era un chollo para los alemanes. Penetraban una y otra vez por ahí y siempre con peligro. Pudo marcar Kuzmanovic tras un córner, lo intentó Camoranesi pero llegó tarde a una jugada sin portero y después avisó Marica. En la otra parte del campo poca cosa. Un disparo de Sardinero, correcto en su debut, golpeó en la mano de Tasci pero Strahonja no pitó penalti. La inquietud getafense fue creciendo según se avivaba la intención alemana y finalmente se rompió el encuentro de la forma más previsible. Un balón perdido por Boateng en la salida lo aprovechó Marica para soltar un latigazo sin contemplaciones y sorprender a Ustari, mal colocado.
Desde el tanto, el Getafe campaba desorientado por el césped del Coliseum. Sólo avisó en ocasiones aisladas provocadas por la explosividad de los de arriba como un disparo lejano de Arizmendi destino a la grada. Y el Stuttgart no levantaba el pie del acelerador. A Molinaro se le ponían las orejas tiesas cada vez que levantaba la vista y veía su carril. Suyo fue un centro medido a la cabeza de Harnik pero su testarazo se estrelló en el palo. Una jugada de pizarra ejecutada con todo el tiempo del mundo ante la pasividad defensiva del Getafe.
Los azulones enfilaron el túnel de vestuarios dando una pobre imagen y algunos futbolistas ya miraban el pasto de Getafe. Para acabar con la impotencia, Míchel dio entrada a los 'esperados'. Casquero y Manu del Moral aportaron coherencia a la hora de sacar el balón pero la necesidad getafense descuidó la retaguardia y el Stuttgart reventó el partido casi sin querer. Gebhart aprovechó un juego de rebotes y una nefasta bascualción del rival para mosquear a la afición madrileña. Y Harnik consiguió echar a los pocos aficionados del Coliseum con un tanto 'involuntario' empujando un balón a la red después de resbalarse tras el centro de Boka. De ahí hasta el final, chiquilladas de patio de colegio como la colleja de Marica a Casquero que le costó la expulsión. Por suerte, el Odense sí hizo los deberes ante el Young Boys y las opciones del Getafe no quedan enterradas, pero casi.