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Liga BBVA | Zaragoza

Gay: "Las únicas cuentas que me hago son ganar al Mallorca"

El Zaragoza ofreció su mejor versión en Mestalla y abrió una puerta a la esperanza, pero está más alejado que nunca de la frontera del descenso. Gay, que no se hace aún ninguna cuenta sobre la salvación, asume que la victoria es ya inaplazable para el equipo y espera que tras los partidos frente al Mallorca, el Betis y el Sevilla se vea la luz de verdad.

El técnico, dando instrucciones a sus jugadores durante el entrenamiento
javier belver

El Zaragoza dio su mejor versión en Mestalla y abrió una puerta a la esperanza, pero José Aurelio Gay no mira más allá del domingo, ni se hace todavía ninguna cuenta sobre la salvación. Quizá es un lujo que aún no puede permitirse, porque hace tiempo que vive amenazado y al día. "Hemos subido un pequeño escalón en estos dos partidos, pero seguimos sin ganar y lo que necesitamos es ganar, ganar para crecer y, sobre todo, para empezar a salir de abajo. No me hago otras cuentas que no sean ganar al Mallorca. No me las puedo hacer", explica el técnico.

Puede que Gay no haya ganado aún crédito, pero sí tiempo. Tiempo para sostenerse en el banquillo y tiempo para acabar de resucitar a un muerto. El Zaragoza está más alejado que nunca de la frontera del descenso, pero hizo su mejor partido de la temporada en Mestalla y ha surgido cierto margen para la esperanza. Parece que por fin se ha dado con la tecla. Y parece que por fin el Zaragoza está en condiciones de ganar un partido.

Es verdad que la victoria es ya inaplazable y el técnico es el primero que tiene claro que volverá a jugársela frente al Mallorca, por más que en club se haya instalado una aparente tranquilidad. Pero la semana se ha iniciado al menos sin ruido de sables, a la espera de ese encuentro del domingo que es toda una final.

Gay no quiere coger la calculadora de momento, pero los cierto es que las cuentas de la salvación pasan por ganar un mínimo de cuatro partidos en esta primera vuelta, para poder llegar al ecuador de la Liga con alrededor de 20 puntos. El curso pasado, el Real Zaragoza despidió la primera rueda con sólo 14 puntos y luego finalizó con 41 y le sobraron cinco puntos, pero milagros de esta naturaleza no suelen darse en el fútbol, y menos en el español, donde la cifra de los 42 puntos es la tradicional para poder mantener la categoría.

Lo que es obvio es que uno de esos cuatro partidos que por lo menos hay que ganar es el del Mallorca, rival maligno en los últimos tiempos, pero contra el que no caben temores previos. Un triunfo no va a sacar al Zaragoza del descenso, pero una derrota o hasta un empate lo dejaría ya en una situación dramática, porque volvería a caerse por los suelos todo lo que se ha construido con este plan B, el de los tres centrales.

Tres en casa.

Al Zaragoza le esperan ahora tres partidos consecutivos en La Romareda (Mallorca, Betis y Sevilla), y ahí se la va a jugar en gran medida. Se la va a jugar el equipo y por supuesto el entrenador, al que se observa tranquilo y acostumbrado a este tipo de circunstancias, después de que el mismo dijera que "tengo siete vidas como los gatos y aún me quedan cuatro".

"El equipo necesita ganar y hacer un buen partido en casa. Eso nos permitía afrontar en las mejores condiciones el partido de Copa frente al Betis, y, caso de eliminarlos, nos daría aún más fuerza para poder ganar el Sevilla. Espero que en dos semanas podamos empezar a ver más luz", precisa Gay.